Pekín

Los supervivientes del devastador seísmo que el pasado 12 de mayo afectó a la provincia de Sichuan no descansan, sobre todo tras los momentos de pánico que vivieron ayer cuando se produjo una réplica de 6,4 de magnitud. El nuevo temblor, al norte del epicentro del último terremoto, dejó dos fallecidos y más de 480 heridos, y causó daños en otras 270.000 viviendas.

Cuarenta y uno de los heridos se encuentran en estado grave después de esta fuerte sacudida, que ha afectado a la ciudad de Guangyuan, en el distrito de Qingchuan, provincia suroccidental china de Sichuan. Se trata de la réplica de mayor magnitud desde que el terremoto de 8 grados, el más potente en tres décadas registrado en China, devastara el suroeste del país hace 14 días, con un saldo de más de 86.000 muertos y desaparecidos hasta la fecha.

La réplica, al igual que el primer temblor, se ha podido sentir en toda China, incluida la capital, Pekín, a casi 1.500 kilómetros del epicentro, donde los edificios más elevados temblaron ligeramente.

En el epicentro de la réplica, fronterizo con las provincias noroccidentales de Gansu y Shaanxi, un total de 359 personas resultaron heridas, y nueve localidades perdieron las señales de telecomunicaciones.

Al menos 71.300 viviendas se desplomaron como consecuencia de esta réplica y otras 200.000 quedaron dañadas, según el funcionario Wang Fei, de la oficina de ayuda en desastres de la ciudad de Guangyuan.

La réplica ocasionó escenas de pánico en las zonas afectadas por el primer terremoto, donde 1.800 efectivos del Ejército chino se dirigen hacia los embalses agrietados por el primer temblor con 10 kilogramos de dinamita cada uno para volar los diques y evitar así las inundaciones que amenazan a localidades ya devastadas.

Un lago formado por el primer seísmo en Tangjiashan, al norte de Beichuan, donde se registró el primer epicentro, y miles de vecinos se han quedado sin hogar, está siendo reforzado por efectivos civiles y militares con el objetivo de evitar una nueva catástrofe desatada por el inicio del monzón. Intentos anteriores por volar este lago formado por los aludes del terremoto del pasado 12 de mayo fracasaron debido a las malas condiciones climáticas.

Más de una treintena de lagos de estas características y otras sesenta y nueve presas que quedaron agrietadas por el seísmo amenazan a los supervivientes de la tragedia, 5,5 millones, de los cuales duermen al raso desde hace catorce días.

Casi 8.000 réplicas se han registrado en Sichuan desde que se desencadenara el terremoto del pasado 12 de mayo, que hasta ahora ha dejado 62.664 muertos identificados en el suroeste chino -de los que 62.161 perdieron la vida en Sichuan-, así como más de 23.000 desaparecidos.