Agentes de la Policía Nacional han detenido a ocho miembros de un grupo organizado de carácter trasnacional que presuntamente captaba mujeres en Moldavia para explotarlas sexualmente en nuestro país. En la operación han sido registrados dos clubes de alterne en las localidades de Pedrezuela, en Madrid, y Granda-Siero, en Asturias, entre los que había claros vínculos ya que intercambiaban mujeres de forma habitual.

Además de los ocho detenidos, hay dos personas imputadas por diversos delitos, así como veintiocho mujeres arrestadas por estancia irregular en el país. En la operación se han intervenido, entre otros efectos, 38.000 euros en efectivo, una piedra de cocaína en roca, varias armas blancas y abundante documentación.

La investigación comenzó después de que una de las víctimas, de nacionalidad moldava, que había sufrido continuas agresiones y amenazas por negarse a ejercer la prostitución, consiguió escapar y denunciar la situación a la que estaba sometida.

La operación se inició a principios del mes de marzo y ha sido coordinada por la Brigada Central de Redes de Inmigración de la Comisaría General de Extranjería y Documentación. También han participado agentes de la Policía Científica y de las Jefaturas Superiores de Policía de Madrid y Asturias.

DENUNCIA DE UNA VÍCTIMA.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de marzo, tras las denuncias presentadas por la mujer de nacionalidad moldava y dos hombres españoles, en las que ponían al descubierto la actuación de una red de ciudadanos procedentes de Moldavia.

El grupo, perfectamente organizado y coordinado con dos clubes de alterne de España, se dedicaba a captar mujeres en su país mediante engaño, ofreciéndolas falsas ofertas de trabajo en España, cuando el verdadero fin era explotarlas como prostitutas en los dos clubes de alterne situados en Pedrezuela y Granda-Siero. Sus responsables tenían establecidos acuerdos para acoger a las mujeres en sus locales y, al parecer, estaban al corriente de la procedencia y situación de las mujeres.

La víctima manifestó a los investigadores que fue engañada en Moldavia y después trasladada en avión hasta España en compañía de uno de los miembros del grupo. Antes de llegar a nuestro país, le obligaron a emplear un pasaporte rumano falso de gran calidad que la organización había preparado a su nombre.

Después fue recogida en el aeropuerto por otros dos compatriotas que la llevaron a un piso en Madrid donde le indicaron que debía trabajar en un club ejerciendo la prostitución. Ante su negativa, la encerraron en el domicilio y durante varios días recibió palizas, amenazas y todo tipo de humillaciones.

TRASLADO A LOS CLUBES.

Días más tarde la trasladaron al club situado en Pedrezuela donde se entrevistaron con sus responsables y les informaron de su negativa a prostituirse. Fue nuevamente encerrada en una de las habitaciones y agredida durante algo más de un mes, teniendo incluso que recibir atención médica por las lesiones. Entonces la llevaron al club de Asturias donde la mujer siguió manteniendo la misma actitud, por lo que fue nuevamente agredida hasta que logró huir del local.

La joven, que fue localizada por los responsables del club, consiguió nuevamente darse a la fuga y se mantuvo oculta durante más de un año ante el temor de que pudiera sufrir las represalias de sus captores.

Las investigaciones realizadas por los agentes permitieron corroborar los hechos descritos en las denuncias y permitieron establecer claros vínculos entre los dos clubes, comprobando que se intercambiaban a las mujeres de forma habitual.

DETENIDOS Y EFECTOS INTERVENIDOS.

Por todo ello, y con los oportunos mandamientos judiciales, se procedió a la entrada y registro simultáneo de los dos locales. En total fueron detenidas ocho personas a las que, según los casos, se les imputan los presuntos delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal, relativo a la prostitución, detención ilegal, agresión sexual, lesiones, amenazas, contra la integridad moral, asociación ilícita y contra la salud pública. Otras dos personas han sido, además, imputadas por omisión del deber de socorro y por delito relativo a la prostitución.

En la operación se han intervenido 38.000 euros, una defensa extensible, quince sprays antiagresión prohibidos, diecisiete papelinas con cocaína, una piedra de cocaína en roca, diversas armas blancas y abundante documentación que está siendo analizada.

Europa Press