El vocal del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC), Óscar Medina, descartó hoy que el culpable de la desaparición del A300-200 de Air France haya sido un rayo y recalcó que en un sector "tan competitivo" como el del las aerolíneas, al existir unos parámetros de seguridad amplios, "se busca la rentabilidad" apurando esos márgenes de seguridad.

"Cuando hay crisis, en un sector tan competitivo como es el de las aerolíneas, debido al amplio margen que hay de seguridad en esta industria, se busca la rentabilidad y se trata de estrechar el margen", explicó en declaraciones a Europa Press Televisión, aunque matizó que "la mayor garantía de seguridad es la independencia del piloto" que no acepta rutas presionado por la compañía.

Sobre las hipótesis que se barajan como causantes del posible accidente del vuelo de Air France, Medina hizo hincapié en que los aviones están preparados para recibir impactos de rayos porque funcionan como "cajas de Faraday". Así, si un rayo impacta, "entra por un extremo y sale por el otro".

En cuanto a la posibilidad de que un fallo eléctrico general sea el causante del desastre, desde el COPAC recordaron que desde el aparato se informó a París de que la aeronave tenía fallos eléctricos, pero no entraron a valorar la gravedad de los mismos porque por el momento se desconocen. No obstante, recalcaron que el peor fallo eléctrico que se pueda producir en un avión que esté en vuelo, "no lo inutiliza porque se puede volar con instrumentos tradicionales".

"Aún hay pocos datos, hay pocos elementos de juicio, se barajan muchas hipótesis y elucubraciones que al final la experiencia dice que acaban siendo falsas, las causas suelen determinarse a través de una comisión de investigación que lleva su tiempo y que analiza todos los datos posibles", indicó Medina.

EN ESA ZONA NO HAY RADAR.

Además, Medina explicó que en gran parte del océano Atlántico no hay cobertura de radar por lo que la única forma de reportar la posición y de que los controladores sepan la posición exacta es a través de informes de posición que los pilotos dan por radio. "Esto ocurre cada hora, con lo que el área de búsqueda es tremendamente amplia", indicó.

Por este motivo, resaltó que ahora lo que toca es "buscar los restos" del avión y acotar una zona de "posible impacto y buscarlo por allí". Sobre las radiobalizas que podrían ayudar en esta búsqueda, Medina comentó que a veces ese instrumento en los impactos queda dañado por lo que no son una garantía, además de que una vez que el aparato está "en el fondo del mar", esas balizas "ya no emiten". Europa Press