Oviedo

Una reclusa y cuatro funcionarios del centro penitenciario de Villabona, en Llanera, resultaron ayer heridos de diversa consideración a consecuencia de un incendio provocado por la presa en el interior de su celda. La rápida intervención de los trabajadores de la prisión asturiana evitó un fatal desenlace, según confirmaron fuentes penitenciarias. Los trabajadores han denunciado en los últimos meses la masificación del centro penitenciario asturiano.

El incendio se produjo a las doce del mediodía cuando una reclusa prendió fuego a un colchón, en el interior de la celda que ocupaba en el centro penitenciario. Dos funcionarias y dos funcionarios que se percataron del incidente se acercaron hasta la celda, de la que tuvieron que ser evacuados, junto a la reclusa, tras resultar intoxicados por el humo del incendio. La presa fue trasladada a la enfermería. La sección sindical de la Agrupación de de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) confirmó que la reclusa salvó su vida «gracias a la profesionalidad y diligencia de los trabajadores» del centro penitenciario, ubicado en el concejo de Llanera.

La prisión asturiana cuenta en la actualidad con 1.587 internos, lo que supone una sobreocupación del 180 por ciento, ya que dispone de 993 plazas.

ACAIP considera que esa situación de masificación, unida a la falta de personal, propician un «caldo de cultivo para la proliferación de desórdenes y altercados». A juicio de esta agrupación, en la prisión de Villabona hacen falta, al menos, cincuenta funcionarios más.

El sindicato también denuncia que la prevención de riesgos laborales «brilla por su ausencia» y se muestra especialmente crítica con los responsables del centro penitenciario: «La dirección de la prisión deja al sacrificio de sus trabajadores la resolución de los problemas que se puedan plantear en el centro como el que ha ocurrido».

Los sindicatos de prisiones llevan más de un año advirtiendo de que la ocupación de Villabona resulta «insostenible». La cárcel dispone de 993 plazas, repartidas en diez módulos, pero en la actualidad acoge a casi el doble de internos. La población reclusa ha aumentado de manera paulatina desde la apertura del centro, pero la situación se ha agravado en los últimos años. En el año 2007, la prisión asturiana ya tenía una población reclusa de 1.454 internos, cifra que se elevó a 1.545 en enero de 2008. La ocupación actual se sitúa, según fuentes penitenciarias, en 1.587 internos.

El pasado mes de mayo ya se produjeron tres incidentes graves entre reclusos, dos de ellos en el módulo 8, donde los internos llegaron a ser sorprendidos con «pinchos», nombre que reciben las armas blancas hechas por los propios reclusos.

Interior aleja a dos presas

Interior acaba de trasladar a dos presas etarras, según trascendió ayer, desde la cárcel de Villabona a las prisiones de Topas, en Salamanca, y Curtis, en La Coruña. Las internas trasladadas son Aiboa Casares, la que fue a Topas, y Naiara Mallabia, al penal coruñés.

Nuevo ingreso

Por contra, la dirigente batasuna Joana Regueiro acaba de ingresar en la cárcel asturiana.