Oviedo/ Ibias, L. PALACIOS/ P. RODRÍGUEZ

El concejo de Ibias vivió en la noche del pasado jueves una persecución digna de los mejores tiempos de El Lute, el archifamoso delincuente huido de la Guardia Civil que acampó por montes y arrabales durante meses en los años 60. En el concejo ibiense, un dispositivo de cuarenta agentes intentó localizar y detener, sin éxito, a un vagabundo de 50 años, originario de Miranda de Ebro, que robó un todoterreno de la Guardia Civil y luego se despeñó con él. Tras el accidente, dejó el vehículo abandonado y se dio de nuevo a la fuga. Al cierre de esta edición, aún no había sido aprehendido.

Esta persecución se inició a las siete de la tarde del jueves. Un vecino de Bustelo, en Ibias, observó cómo un individuo intentaba robar un vehículo quad de su propiedad. Dio la voz de alarma a la Guardia Civil, y una patrulla de Ibias se desplazó hasta la zona. Cuando iban llegando al pueblo, se toparon con el coche del presunto ladrón, que huía de la zona. Intentaron darle el alto, pero no lo consiguieron.

Entonces, los agentes solicitaron refuerzos a Degaña. Entre las dos patrullas trataron de darle alcance y le bloquearon el camino en la carretera, pero no fue tarea fácil. El huido chocó varias veces contra los dos vehículos todoterreno de la Guardia Civil intentando sacarlos de la calzada, en un intento desesperado por escaparse. Como no lo consiguió, huyó a pie, seguido de cerca, también a pie, por los agentes. El fugitivo se escondió en una zona de zarzales, y logró burlar a los agentes. Después consiguió subirse a uno de los vehículos todoterreno del cuerpo, el correspondiente a la dotación de Degaña, y huyó por la carretera en dirección a la localidad de Villardecendias, en el límite con el concejo de Degaña.

La Guardia Civil le perdió momentáneamente la pista, pero poco después volvió a tener noticias del huido: unos vecinos del pequeño núcleo de Villardecendias dieron la voz de alarma al ver que un vehículo se despeñaba por un profundo precipicio en las inmediaciones del pueblo. Los agentes se desplazaron al lugar y comprobaron que el coche patrulla se encontraba destrozado en el fondo del barranco. El cuerpo del huido no se encontraba en su interior, y tampoco se detectaron señales de que pudiera haber resultado herido.

La Guardia Civil montó ayer un espectacular dispositivo de búsqueda para intentar dar con el hombre, y trabajando con la hipótesis de que huyó a pie y se encuentra bien. A lo largo de la jornada se desplazaron al límite entre Ibias y Degaña un total de cuarenta agentes, que peinaron a pie la zona sin resultados. En la operación participaron agentes de los cuarteles de Ibias, Degaña, Cangas del Narcea y Oviedo, así como un helicóptero del cuerpo, efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), la unidad canina y la Unidad de Seguridad Ciudadana de Oviedo. A pesar del despliegue, el día finalizó sin resultados: el fugitivo no apareció por ninguna parte. Hoy se reanudará la búsqueda a primera hora.

La Guardia Civil identificó al hombre gracias a la matrícula de su coche, un Peugeot. Según indicaron los vecinos, llevaba varios días merodeando por la zona con un perro. El coche patrulla aún no ha podido ser rescatado del barranco.

Control

El movimiento de agentes de la Guardia Civil fue constante en la comarca durante todo el día de ayer. La Benemérita efectuó controles de tráfico para identificar a todos los conductores. Uno de los más importantes se efectuó en la zona de La Regla, en el cruce entre la carretera de Ibias y la de Cangas.

Comentarios

Los vecinos de la zona tuvieron una buena comidilla a lo largo de la jornada. En todos los bares se comentó el incidente. Los vecinos de Villardecendias, en cambio, apenas sabían qué pasaba. «Yo no salgo de casa, vi Guardias pero no sé qué será lo buscan», aseveró una vecina.