Madrid, Agencias

Entre 45.000 y 50.000 muertos. Ése es el primer balance estimativo del terremoto que sacudió el martes Haití hecho por la Cruz Roja Haitiana y que coincide con las cifras adelantadas por las autoridades locales. A la espera de una evaluación más precisa de la situación sobre el terreno, la comunidad internacional se ha volcado en la ayuda y los primeros envíos y personal de rescate han comenzado a llegar ya al país, eso sí, con cuentagotas, puesto que el aeropuerto de Puerto Príncipe ha tenido que ser cerrado por saturación. «Nadie puede confirmar una cifra. Nuestra organización cree que han muerto entre 45.000 y 50.000 personas. También creemos que hay tres millones de heridos o sin hogar», dijo Victor Jackson, un coordinador adjunto nacional de la Cruz Roja. El presidente haitiano, René Préval, afirmó el miércoles que el seísmo había dejado entre 30.000 y 50.000 víctimas mortales.

Sólo en la morgue del Hospital General se acumulaban al menos 1.500 cuerpos, mientras seguían llegando en vehículos más cadáveres, según relató el director del centro, Guy la Roche. La Policía sigue trasladando hasta el hospital numerosos cadáveres apilados en vehículos.

El coordinador de acción humanitaria de Oxfam Internacional en Haití, Cédric Perus, explicó que «hay cuerpos por toda la ciudad». «No hay sitio para ponerlos, por lo que las personas los envuelven en sábanas o en cartón con la esperanza de que las autoridades pasen a recogerlos. También hay cadáveres a la entrada de algunos hospitales».

Todos los hospitales están llenos y sólo uno continúa en disposición de recibir más heridos, por lo que la capacidad del sistema de salud es ahora mismo extremadamente limitada. Por otra parte, Perus denunció: «La situación de seguridad va empeorando y por la noche es muy peligroso salir». Hay saqueos por todas partes y algunos mercados han sido asaltados.

Se calcula que el diez por ciento de las casas en la ciudad ha resultado destruido, y eso afectaría en principio a unas 200.000 personas. En la zona del epicentro del terremoto, junto al barrio chabolista de Carrefour, se calcula que el temblor haya destrozado el 90 por ciento.

Naciones Unidas confirmó la muerte de 36 miembros del personal de su misión (Minustash), integrada por 9.000 soldados y policías. Además, otros 150 miembros están desaparecidos y no se tienen noticias sobre la suerte del jefe de la misión, el tunecino Hedi Annabi.

Entre tanto, también ha comenzado a llegar la primera ayuda exterior al país. Barack Obama, el presidente estadounidense, aseguró que los haitianos «no serán abandonados, ni olvidados». Estados Unidos ha comenzado a desplegar en el país una brigada de 3.500 soldados, con 300 médicos, y ha prometido 100 millones de dólares de ayuda. El Fondo Monetario Internacional (FMI) aportará de forma inmediata 100 millones de dólares (69 millones de euros) a la ayuda de emergencia a Haití, según anunció el director gerente, Dominique Strauss-Kahn.