Oviedo

María José IGLESIAS

«Nos han pedido bolsas de plástico y sábanas para enterrar a los muertos». El padre Ángel García, fundador de Mensajeros de la Paz, curtido en mil batallas humanitarias, resumía ayer así a LA NUEVA ESPAÑA el viaje a Haití que emprende hoy. Tomará el avión en Madrid con Daniela Knörr, presidenta de Infancia Sin Fronteras y un grupo de cooperantes. La primera escala será Santo Domingo. El objetivo es llevar a la otra parte de la isla medicamentos, material sanitario, ropa y alimentos no perecederos. Ángel García asegura que «el dolor, a veces no se mide por el número de muertos». Es capaz de sacar algo positivo de la tragedia: «Somos solidarios, a todos se nos ha congelado la sonrisa». Parte del envío se realizará a través de la ONG «Mano a Mano», de empleados de Iberia, y será distribuido en Haití por el personal de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo). El padre Ángel señala que además de ayuda material quiere llevar esperanza. Es optimista: «Estoy convencido de que ese país tan bello saldrá adelante: Doscientos años de pobreza, golpes de Estado y catástrofes deben acabarse ya».