Un tribunal de Polonia condenó ayer a diez años de cárcel a Krzysztof Bartoszuk, conocido como el «Fritzl polaco», por haber violado en repetidas ocasiones a su hija, a la que mantuvo encerrada en casa durante más de cinco años y con la que tuvo dos hijos fruto de esa relación incestuosa. El hombre, de 47 años, fue detenido en 2008 después de que su hija Alicja, entonces con 21 años, denunciase el caso con ayuda de su madre.