Un taxista chino mantenía a su hijo de 2 años encadenado en la calle cuando su trabajo le obligaba a alejarse con su motocicleta para transportar a sus clientes. Según explicó Chen Chuanliu, su intención era no perder al pequeño -que aparece en la imagen, atado a un árbol- después de que el mes pasado su hija de 4 años desapareciera en Pekín sin dejar rastro. El taxista rechazó la ayuda del Gobierno, pero sí aceptó dejar de encadenar al niño, algo que llevaba haciendo desde el viernes pasado.