Castellón, E. P. / Efe

«Comenzó a pegarse a mí (...). Vivía una auténtica pesadilla, el padre me hacía tocamientos». Es parte de la carta en la que un joven relata, de su puño y letra, un supuesto delito de abusos sexuales por parte de un fraile de la congregación de los Carmelitas Descalzos de Aragón-Valencia. Fueron los padres del monaguillo, ahora en Lima (Perú), los que denunciaron los hechos ante el vicario general de la congregación el pasado abril.

El joven remitió a principios de semana una carta al vicario, que ahora tiene la fiscalía, en la que relata su calvario.

Sin embargo, la fiscalía provincial de Castellón no podrá investigar el escrito si no denuncia el joven. El fiscal jefe, Javier Carceller, explicó ayer que la justicia necesita de la voluntad de la presunta víctima para actuar, por lo que intentarán saber si el joven «quiere efectivamente denunciar».

Carceller precisó que, por ahora, lo que consta en la fiscalía es «una comunicación del denunciante dirigida a la orden» de los Carmelitas Descalzos. «No tenemos una denuncia» de él, añadió.

La fiscalía comprobará si el joven tiene voluntad de denunciar. «Si no es así, entiendo que ahí habrá terminado cualquier investigación», manifestó. «Si decide no denunciar, la fiscalía carece de legitimación para iniciar una investigación penal».

Por otra parte, la fiscalía de Ingolstadt (Baviera) ha abierto sumario por un caso de supuesta pederastia contra el obispo de Augsburgo, Walter Mixa, quien recientemente admitió que había maltratado sistemáticamente a menores en una residencia infantil. El prelado puso el 21 de abril sus cargos a disposición del Papa Benedicto XVI. Las investigaciones de la fiscalía corresponden a un caso entre 1996 y 2005, cuando Mixa fue obispo de Eichstätt. El obispo ha desmentido estas revelaciones.

Los escándalos por pederastia sacuden a prácticamente todas las diócesis alemanas.