Aeropuerto de Asturias,

Ignacio PULIDO

«Si lo sé, me quedo en casa», era una de las frases más repetidas ayer en el aeropuerto de Asturias. Compuestos y sin avión. Así se quedaron ayer centenares de pasajeros al cerrarse el aeropuerto como consecuencia de la nube de cenizas volcánicas procedente de Islandia. Las cancelaciones obligaron a los afectados a hacer uso de otros medios de transporte, tales como el tren, el autobús o los vehículos de alquiler, para llegar a sus destinos. Decenas de jubilados del Imserso, familias y hasta Rafa García, el hermano de Dinio, que había participado en un espectáculo erótico en Oviedo, quedaron tirados en Santiago del Monte.

Elena San Emeterio es una ovetense que ayer se disponía a coger un vuelo a Londres acompañada por su familia. En la capital inglesa la esperaba su hija, la cual celebraba ayer de noche su fiesta de cumpleaños. «Teníamos que tomar el vuelo de Easy Jet y al llegar al aeropuerto nos enteramos de que había sido cerrado», comentó Elena San Emeterio, que reconoce que ya había salido de Oviedo con el temor de que se suspendiera el vuelo.

«Habíamos leído en la prensa que la nube de cenizas llegaría a Asturias. Nos ha fastidiado el plan para el fin de semana. Teníamos previsto quedar en Londres hasta el martes. Esta noche celebrábamos el cumpleaños de mi hija», lamenta San Emeterio.

Con similares circunstancias se encontraron también Diana García, Julio Nimo y su hija, la pequeña Daniela. Esta familia gijonesa tenía ayer la intención de iniciar sus vacaciones en Ibiza. Para ello tenían que tomar un vuelo de Spainair a Barcelona, donde realizarían una conexión con la isla mediterránea. «Acabamos de enterarnos de que el aeropuerto está cerrado. Esto nos hará perder días de vacaciones. Además, ya teníamos el hotel reservado», señaló Diana García. Según la pareja, la compañía aérea les señaló que la solución a su problema «es esperar hasta que se restaure la normalidad en la terminal asturiana para cambiar su billete por otro».

Por su parte, un grupo compuesto por 109 jubilados, procedentes de Oviedo, El Entrego, Laviana y León, también emprendía ayer sus vacaciones, en su caso, a Almería, y se apelotonaban en la sala de facturación del aeropuerto a la espera de noticias. «Nadie nos dijo nada. Nos enteramos a través de la prensa. En la página web de AENA todo permanecía como si los vuelos fuesen a despegar con normalidad», subrayó Alfredo González. Y añadió: «Llamamos en numerosas ocasiones a AENA por teléfono para informarnos y nadie nos atendió la llamada. Comunicaba sin parar».

«No nos avisaron». Esta frase fue la más pronunciada ayer en la terminal de Santiago del Monte. «Llegamos a las doce y media de la mañana al aeropuerto y nos llevamos la desagradable sorpresa de saber que nuestro vuelo no salía», subrayó el matrimonio compuesto por Mari Cruz Iglesias y José Manuel Gerente, vecinos de Sama de Langreo. «Hay muy poca información», enfatizaba Iglesias.

Tanto este matrimonio langreano como el resto de jubilados se vieron obligados a embarcar a las dos de la tarde en un autobús de camino a Madrid. Una vez en la capital, el grupo tomó un vuelo hasta Almería. A pie de aeropuerto los ancianos y el resto de pasajeros del vuelo de Iberia con destino a Almería esperaron con resignación a los autocares. Por delante les esperaban varias horas de carretera hasta llegar a Barajas.

«Yo tengo que ir sentada en los asientos de adelante, que si no me mareo», enfatizaba una jubilada. «Se le quitan a uno las ganas de subirse sólo de pensarlo. Si lo sé, me quedo en casa», decía otro. El caso es que todos, poco a poco, fueron tomando asiento en los vehículos. «Esto ha sido una faena. Cobro una pensión de 500 euros y tengo que estar ahorrando el dinero para poder ir diez días de descanso. Hoy llego aquí y me pasa esto», comentó Ángeles Sánchez, vecina de Ables, pueblo de Llanera. Y es que el empleo del autobús fue la alternativa más socorrida ayer en el aeropuerto. «Los pasajeros del vuelo de Madrid de las siete y media de la mañana optaron en su mayoría por el autocar. Otros muchos, en cambio, alquilaron coches», precisó el personal de AENA.

El Atlético de Madrid también se vio afectado por la cancelación de vuelos. El conjunto colchonero se vio obligado a viajar en autobús para medirse ayer al Sporting de Gijón en El Molinón. Como dato anecdótico hay que decir que Rafa García, hermano del televisivo Dinio, se quedó también en tierra en Santiago del Monte. García, que acababa de protagonizar un show erótico en un local de Oviedo, tuvo que alquilar un furgón para regresar a Barcelona. La nube volcánica lo dejó hecho polvo.