Italia asiste conmocionada al caso de Angelo Stazzi, un trabajador sanitario de 65 años detenido en 2009 por el asesinato de una enfermera y al que la Policía italiana atribuye ahora la muerte de otras siete personas de avanzada edad. Stazzi fue trasladado ayer a una celda aislada de la cárcel romana de Regina Coeli, donde permanece desde que el pasado octubre fuera detenido por el asesinato de la enfermera María Teresa Dell'Unto, de 58 años y con la que había contraído deudas que se negaba a pagar.