Reikiavik, Agencias

El volcán islandés Eyjafjalla, que lleva causando caos en el tráfico aéreo desde que entró en erupción hace algo más de un mes, ha dejado de estar activo. Según el profesor de Geofísica de la Universidad de Islandia Magnus Tumi Gudmundsson, la erupción podría haber concluido. «Las fotografías de infrarrojos muestran no más de 100 grados Celsius y eso nos dice que el cráter del volcán Eyjafjalla no registra ninguna actividad», afirmó el científico ayer en la radiotelevisión pública islandesa Rúv. El experto islandés también aseguró que es pronto para saber a ciencia cierta si la erupción ha finalizado, ya que podría tratarse de una interrupción temporal, como ya pasó en otra ocasión. También apoya la teoría del científico Magnus Tumi Gudmundsson, la geógrafa de la oficina meteorológica islandesa Sigthrudur Armannsdottir, que dice que el volcán, situado a 120 kilómetros al sudeste de la capital islandesa, Reikiavik, muestra mínimas señales de vida .«No sale ceniza y tampoco lava», aseguró. «El volcán está inactivo por el momento, pero aún no estamos preparados para dar por terminada la erupción».

Armannsdottir dijo que el organismo de Protección Civil podría reducir el nivel de alerta de «peligroso» a «vigilancia» esta semana si el volcán permanece tranquilo. «Hasta ahora, hoy (por ayer) sólo hemos registrado un pequeño terremoto en el volcán, frente a los 27 de ayer, y centenares diarios en los días previos a la erupción», dijo el científico. «Los terremotos de los últimos días han sido poco profundos, lo que indica que no existe magma saliendo de la cámara inferior», añadió. Una videocámara que apunta al volcán desde una montaña al norte del glaciar mostró que ayer sólo salían pequeñas columnas de vapor del cráter.

El volcán ocasionó la mayor parte de los problemas cuando entró en erupción por primera vez (el 20 de marzo). Fue entonces cuando el magma salió a la superficie y derritió el hielo del glaciar, lo que lanzó una nube de polvo de un kilómetro de altura y se cancelaron los primero vuelos. Las aerolíneas de toda Europa dejaron de volar durante días después de que el volcán empezase a escupir lava, ya que las partículas de cenizas pueden causar daños graves si entran en los motores de los aviones. Se cancelaron miles y miles de vuelos y entre los aeropuertos que tuvieron que dejar de operar también estuvo el de Asturias. Según los expertos y los pilotos, la ceniza supone un riesgo para los vuelos porque contiene partículas de roca, cristal y arena que pueden afectar a las turbinas y llegar a parar los motores de las aeronaves, por este motivo se optó por cancelar los viajes antes que tener que lamentar un accidente. Ahora queda esperar para ver si la erupción ha cesado definitivamente.