Nueve campamentos de verano infantiles en la región moscovita de Nizhni Nóvgorod fueron evacuados ayer por las autoridades locales ante la amenaza que suponen los numerosos incendios forestales que arrasan los bosques de la zona, y que ya se han cobrado más de cuarenta muertos y dejado sin hogar a unas dos mil personas. Varios cientos de niños fueron trasladados y entregados a sus padres, que temían por la seguridad de sus hijos. Desde el inicio de la ola de calor a mediados de junio se han declarado más de 23.600 fuegos, que han arrasado casi 650.000 hectáreas. Las temperaturas superan los 40 grados centígrados.