Gijón, R. GARCÍA

Decenas de personas despidieron ayer por la tarde en la iglesia parroquial de Jove a César Luis Collazo Peón, el gijonés de 38 años que falleció el pasado miércoles como consecuencia de un aneurisma en la piscina natural de un paraje cacereño. «Era una persona encantadora y con muchos amigos», aseguraba antes del funeral, aún conmocionada por lo sucedido, Almudena Collazo, hermana del fallecido. Razón no le falta a esta gijonesa a juzgar por la gran cantidad de personas que dieron el pésame a la familia en el Tanatorio de Cabueñes.

Hasta el centro mortuorio gijonés se acercaron, entre otros, algunos de los directivos del Real Sporting de Gijón. El fallecido era cuñado del entrenador del filial rojiblanco, Javier Vidales. También expresaron su más sentido pésame a la familia los compañeros de trabajo del fallecido, que ejercía desde hace varios años como profesor de Educación Física en un instituto de Hervás, provincia de Cáceres. Una de las profesoras que trabajaba con él en el instituto extremeño recordaba ayer entre lágrimas a su compañero: «Era una persona muy atenta y cercana que estaba muy pendiente siempre de ayudar a los demás». «Nunca le olvidaremos» concluye.

En el momento del suceso César Luis Collazo «estaba viniendo a Gijón», según sus familiares, para pasar unos días de descanso en su cuidad natal. Alrededor de las tres de la tarde el gijonés decidió hacer un alto en el camino. Su hermana aún recuerda ese momento: «Sabíamos que igual paraba en la piscina natural de Casas del Monte porque le encantaba darse un baño allí y nos había llevado a muchos a ver el paisaje». La desgracia se cernió entonces sobre esta familia. El gijonés, hijo de un conocido empresario de Jove, no llegó a emprender de nuevo su viaje. Una pareja de extranjeros que se encontraba de visita en la zona localizó su cadáver poco después de que se le parara el corazón.

César Luis Collazo había cursado la educación primaria en el Colegio Covadonga. Posteriormente el gijonés completó su formación en Los Robles y en la sede del Instituto Nacional de Educación Física de León. Los que le conocen bien saben que desde pequeño sus dos pasiones eran la enseñanza y los deportes náuticos. Sus primeras clases las dio en el Instituto Alfonso II de Oviedo pero también trabajo en Luanco y en la Universidad Laboral. En el año 2002 Luis Collazo aprobó las oposiciones en Extremadura y se trasladó a esta comunidad. Desde hace tres cursos ejercía en el Instituto de Hervás. «Todos recordamos como siempre estaba pendiente de los pequeños detalles. Cuando bajaban las temperaturas por allí, él entraba antes que nadie al gimnasio del colegio para encender la calefacción pronto y que los pequeñinos de su clase no tuvieran frío» recordaba ayer una de sus compañeras.

Por otra parte el Tanatorio de Cabueñes recibió ayer por la tarde los restos mortales del gijonés de 71 años fallecido el pasado jueves en una playa de Lugo, José María G. F.

Los agentes de la Guardia Civil gallega aseguran, a la vista de los primeros datos arrojados por la autopsia del cadáver, que el septuagenario gijonés falleció como consecuencia de un problema cardiaco que le sobrevino mientras nadaba en una playa de Ribadeo, la localidad gallega limítrofe con Asturias a la que el ahora fallecido se había trasladado para pasar unos días de vacaciones con parte de su familia.