Palma de Mallorca, I. OLAIZOLA

Un individuo de unos 30 años de edad agredió el miércoles brutalmente a puñetazos a un médico que estaba trabajando en la unidad básica de salud de Portals Nous. Al parecer, el motivo de este inaceptable comportamiento es que el médico se habría negado a darle la baja a su madre.

El parte de lesiones no deja lugar a dudas de la gravedad de la agresión que tuvo lugar ayer. Varias fracturas en los huesos de la órbita del ojo, rotura del conducto lacrimal y hemorragias varias en los ojos y en la cara. «Fue una agresión en toda regla, quizá la más grave y brutal que ha padecido un trabajador del Servicio de Salud en los últimos tiempos», precisó el director general del Instituto de Salud Balear (Ib-Salut), Josep Pomar.

El relato de los hechos fue el siguiente: una madre acompañada de su hijo acudió a primera hora de la mañana del miércoles al centro de salud de Portals Nous. Al parecer, su intención era conseguir una baja médica, pero el médico que la atendió, que no se trataba de su facultativo de cabecera habitual, sino un sustituto, comprobó que no podía hacerlo porque Inspección Médica del Servicio de Salud había estimado que esta persona había agotado su período máximo para estar de baja y que no concurrían las condiciones para que le fuera renovada.

Tras una pequeña discusión, madre e hijo abandonaron la consulta, pero sobre las once y media de la mañana el hijo regresó solo y la emprendió a golpes con el trabajador sanitario. Afortunadamente, un enfermero los pudo separar y avisar a la Policía, que se personó en el centro y detuvo al agresor tras reducirlo.

El facultativo agredido fue trasladado con urgencia a Son Dureta, donde por la tarde fue operado para intentar restañarle la rotura del conducto lacrimal, única de las lesiones que sufrió que requirió intervención quirúrgica, señaló Pomar.

El director general del Ib-Salut señaló que los servicios jurídicos de este organismo se personarán en este caso y presentarán una denuncia ante los Juzgados de Mallorca, independientemente de que el propio agredido opte por interponer una demanda.

Las agresiones a personal docente o sanitario están tipificadas como un atentado contra la autoridad, circunstancia que conlleva generalmente condenas más elevadas.

Por su parte, el consejero de Salud, Vicenç Thomàs, lamentó la agresión y se trasladó al Hospital Universitario Son Dureta para preocuparse personalmente por su estado de salud, darle su apoyo y ponerse a disposición para todo lo que puedan necesitar tanto él como su familia. El Consejero aseguró que «es muy doloroso y triste que pasen hechos como los que le han sucedido a un compañero. Yo soy médico y sé los esfuerzos y horas que dedicamos los profesionales sanitarios. Confío y espero que hechos como éstos no se vuelvan a suceder».