Oviedo, L. Á. VEGA

El asalto cometido el 18 de septiembre de 2001 por Rafá Zouhier y tres compinches en una joyería de Parque Principado (Siero) quedará impune, después de que el Juzgado número 3 de Oviedo haya declarado prescrito este delito por no haberse celebrado el juicio en el plazo de cinco años. El asalto, que llevó a la detención de Zouhier y su ingreso en la prisión de Villabona, está considerado el origen lejano de los atentados del 11-M. En Villabona, Zouhier se hizo amigo del avilesino Antonio Toro, y a través de éste conoció al ex minero José Emilio Suárez Trashorras, a quien contactó con Jamal Ahmidan, «El Chino», jefe operativo de los atentados de Madrid, según la sentencia de la audiencia Nacional.

Hasta cinco veces se suspendió el juicio contra Zouhier y sus tres cómplices, la última vez el pasado mes de abril. Cuando alguno de los implicados no estaba enfermo, era el abogado el que faltaba. De esta forma, casi nueve años después de cometido el delito, el juez se ha visto obligado a declarar prescrita la responsabilidad por el asalto.

Una buena noticia para Rafá Zouhier, quien esta semana fue absuelto en Avilés de un delito de tráfico de drogas del que también estaban acusados Antonio Toro, Lofti Sbai y Ricardo Gutiérrez Sepúlveda, alias «Richard». El juez consideró que no había prueba material alguna contra los acusados. Ellos, en el juicio, dijeron que se habían autoinculpado de un delito de tráfico de drogas para evitar que fuesen acusados de la matanza del 11-M.

Zouhier fue condenado a diez años de cárcel por tráfico de explosivos, por lo que pronto estará en la calle. A Toro le queda más tiempo, puesto que cumple una condena refundida de 18 años de prisión, por tráfico de explosivos y de drogas.

Zouhier llegó a asegurar que el asalto y su posterior captura formaban parte de un operativo de la Guardia Civil para introducirlo en la prisión de Villabona y trabar contacto con Toro.

Zouhier y sus compinches obtuvieron de la joyería un botín de 24.000 euros. El fiscal pedía para él 4 años de cárcel. No presentó acusación hasta octubre de 2004, después del escándalo de los atentados del 11-M.