Sevilla, Agencias

El presidente de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas (AIQB) de Huelva, Gerardo Rojas, de 63 años, y José Manuel Márquez, de 47 años, ambos miembros del Club Ciclista «El Molino», de Huelva, fallecieron ayer, atropellados por un turismo en la carretera de Andalucía (N-IV) a su paso por Los Palacios y Villafranca (Sevilla). Otros cuatro ciclistas resultaron heridos, sólo uno de los cuales permanecía hospitalizado al cierre de esta edición. Además, el conductor del vehículo fue detenido por un delito contra la seguridad del tráfico, puesto que no tenía el carné vigente ni seguro el automóvil.

Las víctimas formaban parte de un grupo de catorce ciclistas que salieron anteayer, sábado, de Huelva hacia Ronda (Málaga), donde tenían varios conocidos. Tras pasar la noche en Los Palacios, salieron a las nueve de la mañana para la ciudad malagueña. Una furgoneta seguía a los ciclistas en la parte de atrás.

El accidente se produjo apenas quince minutos después. Los facultativos sanitarios atendieron a varios heridos y trasladaron al Hospital Virgen de Valme, en Sevilla capital, a tres heridos, entre ellos dos ciclistas y el conductor. Los cadáveres de los dos fallecidos fueron evacuados al Instituto Anatómico Forense de Sevilla. Mientras, conductor, identificado como A. O. J., de 27 años, fue detenido por la Guardia Civil después de recibir una primera asistencia por las lesiones sufridas en el accidente.

El joven dio negativo en el control de alcoholemia. Se baraja el exceso de velocidad o la somnolencia como posibles causas del siniestro. El turismo, un Renault Twingo, «invadió el carril contrario». La vía estaba «bien señalizada, tiene buena visibilidad y carteles de precaución por ciclistas», ya que «es una recta con línea continua muy practicada por los ciclistas, sobre todo los fines de semana, y no presenta especial peligrosidad», explicó un alférez de la Guardia Civil. El grupo de ciclistas «no tuvo tiempo de reaccionar».

El copiloto de la furgoneta de apoyo aseguró que el coche iba «rozando el quitamiedos», a no menos de 140 kilómetros por hora, «como un bólido», lo que ocasionó que dos de los ciclistas salieran «volando» por encima del vehículo.