Barcelona, Agencias

El asesino confeso de tres ancianas del geriátrico de Olot, Joan V., declaró ayer ante el juez que actuó «por amor» y para que dejaran de sufrir, por lo que les hizo ingerir lejía, según explicó ayer su abogado Carles Monguilod.

Después de que el juez dictase ayer orden de prisión comunicada sin fianza, Monguilod dio a conocer los pormenores de la declaración, que se prolongó por espacio de unas tres horas y en la que su defendido manifestó su «profundo» arrepentimiento por su actuación. Sin embargo, Joan V., de 45 años, justificó su acción por su deseo de aplicar la «eutanasia» a personas que, a su entender, sufrían por su precario estado de salud.

Carles Monguilod confesó que, a pesar de su experiencia, se sintió muy afectado por la confesión de su cliente, quien aseguró que «se sentía Dios» cuando asesinó a las tres ancianas, los pasados 12, 16 y 18 de octubre. El abogado aseguró que Joan V. actuó bajo los efectos del alcohol, como, en su opinión, confirman las botellas que se han encontrado y que tenía escondidas en el geriátrico.