Oviedo, Marta PÉREZ

La ketamina está considerada en España una droga desde ayer. El «Boletín Oficial del Estado» (BOE) acaba de publicar la inclusión de esta sustancia en la lista de psicotrópicos, tal como reclamó el fiscal Antidroga de Asturias, José Perals, el pasado mes de junio, para endurecer su persecución penal. Su petición fue apoyada por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, en la redacción de la memoria anual de la Fiscalía General del Estado. Ahora, el Ministerio de Sanidad ha decidido seguir sus indicaciones y aceptar la clasificación de la ketamina como droga, «teniendo en cuenta que los datos relativos al uso indebido y el tráfico de ketamina en España han ido aumentando en los últimos años», según recoge la publicación del BOE.

Para que una sustancia sea objeto material del delito de tráfico de drogas tiene que estar definida como sustancia estupefaciente, extremo que no se cumplía en el caso de la ketamina, por lo que su persecución penal como droga no era posible. De este modo, al estar considerada una sustancia nociva para la salud pública, la pena que tiene aparejada este delito oscila entre los seis meses y los tres años de cárcel, además de una multa, una pena incluso más leve que la pena del tráfico de hachís. El fiscal antidroga de Asturias había abogado por la persecución del tráfico y el consumo de ketamina por el artículo 368 del Código Penal por personas que no ostentan al condición de médico para prescribir su uso, puesto que la sustancia, un potente anestésico, está restringida al uso hospitalario y clínico. El fiscal general del Estado, Conde-Pumpido, expuso el pasado septiembre en su memoria anual que la petición de Perals resultaba «acertada».

El aumento del consumo de esta sustancia en Asturias fue reflejado por José Perals en la última memoria anual de la fiscalía con preocupación. Así, según se desprende de sus datos, el año pasado se ocuparon en Asturias 11,2 kilos de ketamina, mientras que en 2008 sólo fueron decomisados 60 gramos de esta sustancia en Asturias. Según el fiscal Antidroga de Asturias, los distribuidores estarían fomentando su venta, porque los márgenes de beneficio económico son elevados. La adquisición del producto resulta barata para estas personas, mientras que la venta en el menudeo alcanza después precios similares a los de la cocaína, unos 60 euros por gramo. Los informes policiales y judiciales recogen, asimismo, que la ketamina es una sustancia cada vez más buscada como droga de ocio, con amplia difusión, sobre todo, en los ambientes juveniles.

Este potente anestésico que ya se considera una droga en España produce fuertes efectos entre los consumidores. La presentación farmacológica más habitual de la ketamina es el Ketalar, un líquido inyectable. Los métodos de obtención de la droga se hacen, fundamentalmente, por desecación del fármaco por evaporación (natural o provocada) dando lugar a un polvo. La droga también se presenta en forma de comprimidos. Ilusiones, alucinaciones, alteraciones del espacio y el tiempo, delirios, pánico, psicosis, angustia, hipertensión, taquicardia, apnea, e incluso la muerte son algunas de las consecuencias aparejadas al consumo de ketamina.