Barcelona, Agencias

Un conductor de la línea 1 del metro de Barcelona desató ayer el pánico entre los pasajeros al anunciar por megafonía: «Esto es un atentado bomba». El miedo duró tan sólo unos segundos, ya que enseguida su compañero le contestó también utilizando los altavoces que dejase de «hacer el idiota».

Cientos de pasajeros viajaban en el metro a las ocho y media de la mañana cuando se produjo el incidente y se mostraron muy molestos con la actitud del conductor. Algunos de ellos aseguran haber pasado auténticos momentos de pánico. El terrorífico anuncio se produjo poco antes de llegar a una estación. Según los viajeros, el conductor realizó el aviso de bomba «con voz de árabe», lo que elevó las alarmas entre los pasajeros, que recordaron el terrible atentado de Al Qaeda en los trenes de Madrid.

Según la compañía, a las 8.37 horas el conductor vio entrar en el tren «a una persona con aspecto magrebí» e hizo referencia con el micrófono abierto a que esta persona podría llevar una bomba consigo, lanzando así unas «expresiones desafortunadas». En declaraciones a una emisora de radio, una pasajera explicó que ha cogido el metro en la estación de Sagrera y que antes de llegar a Navas «se ha empezado a sentir por los altavoces a un hombre hablando en árabe que de repente ha dicho "¡esto es un atentado bomba!"». «Ha habido pánico entre la gente», aseguró la pasajera. Otro viajero relató que de repente oyó la palabra «bomba» y «la gente se ha quedado pálida».

La empresa Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que gestiona la línea de metro de la ciudad de Barcelona, ha adelantado que se ha abierto un expediente para investigar lo sucedido y valorar qué tipo de sanciones se aplicarán a los dos conductores implicados en esta broma de mal gusto.

Por su parte, las respuestas políticas no se han hecho esperar. CIU ha solicitado a la empresa TMB y al gobierno municipal que depuren responsabilidades por el incidente de este martes por la mañana en el metro. En un comunicado el concejal de Movilidad de CiU, Eduard Freixedes, ha calificado de «deplorable» el comportamiento de los trabajadores del metro, y ha enfatizado «la gravedad de unos hechos que podían haber tenido graves consecuencias», tanto para el servicio como para los usuarios. Freixedes ha propuesto a TMB que registre todos los mensajes emitidos al pasaje mediante la megafonía.