La Policía Nacional detuvo ayer en Gijón a un hombre de 38 años que se negó a dejar de fumar en el interior de un bar e incluso agredió a los agentes que trataron de razonar con él después de que los intentos del dueño y el resto de los clientes para que saliera fuera resultaran infructuosos.

El responsable del local situado en el barrio de La Calzada no logró convencer al arrestado para que fumara en el exterior por lo que, ante la imposibilidad de razonar y en vista de que los argumentos legales le ponían muy agresivo, llamó a la Policía.

Los agentes le explicaron que su conducta era objeto de sanción y le solicitaron la documentación, según informa la Policía.

A la negativa a salir del local se unió la de no aportar ningún dato relativo a su filiación, por lo que se le informó que iba a ser trasladado a dependencias policiales para llevar a cabo este trámite.

El hombre se mostró "despectivo y soez", vociferando, utilizando insultos y expresiones ofensivas en tono muy agresivo y violento y llegando amenazar a los policías con agredirles, indica la Policía, que resalta que, además, tiró contra la cabeza de uno de los agentes un mechero por lo que fue arrestado por atentado a agente de la autoridad.

El detenido cuenta con antecedentes por delitos graves y violentos y ha pasado esta mañana a disposición judicial. EFE