Oviedo / León, Agencias

Carlos Moreno, uno de los cuatro detenidos por el crimen de la leonesa Marta Villayandre, cuyo cuerpo se encontró en las inmediaciones de Parana (Lena) el 31 de enero, se ha confesado autor material de la muerte de la mujer. Su confesión ha permitido que la única mujer acusada quede en libertad con cargos.

Moreno, en compañía de otro de los acusados, Óscar Tello, trasladó tras el asesinato el cuerpo de la mujer desde el piso en el que tuvieron lugar los hechos hasta un paraje recóndito de Lena donde los asesinos lo dejaron el día de la desaparición, el 18 de enero. Antes del hallazgo del cuerpo, el coche de la joyera apareció abandonado en la calle Arzobispo Guisasola de Oviedo.

El Juzgado número 2 de León decretó inicialmente prisión incomunicada para los cuatro implicados, imputados por robo y homicidio. A ninguno de los acusados le constan antecedentes por los delitos que se les imputan.

Tras quedar en libertad con cargos la única mujer detenida como consecuencia de la muerte de Marta Villayandre permanecen en prisión incondicional los tres hombres implicados en el caso.

Los autores del homicidio de Marta Villayandre eligieron un piso de la calle Sancho Ordóñez, ubicado en el barrio leonés de San Mamés, para acabar con la vida de la joyera, que era madre de una niña de 8 años. El inmueble elegido era propiedad de una tercera persona ajena a los imputados, que desconocía el uso que se iba a hacer de su domicilio. Las cámaras de vigilancia interior de un establecimiento comercial de la calle registraron todos los movimientos que se produjeron el día de autos a las horas posteriores a los hechos en los alrededores del coche de la víctima, que aparcó su vehículo frente al portal número 1 de la mencionada calle.

La Policía Nacional consideró como material probatorio la grabación del establecimiento, en la que presuntamente se aprecia cómo dos de los detenidos acceden al coche de la joven fallecida y abandonan el lugar de los hechos a bordo del utilitario de la mujer.

Un aplauso sobrecogedor dio el pasado miércoles el último adiós a Marta Villayandre en la parroquia de Nuestra Madre del Buen Consejo de León en un emotivo y multitudinario funeral antes de que sus restos fueran inhumados en el cementerio de la capital, en un acto más íntimo. La familia, que no ocultó su dolor especialmente a la llegada del féretro a la iglesia, fue arropada por cientos de personas que abarrotaron el templo del centro de la capital, en su mayor parte amistades y personas allegadas al entorno de la joyera asesinada.

El coche fúnebre con sus restos llegó a las cinco de la tarde seguido de otros dos vehículos cargados de flores en homenaje a la mujer a quien arrebataron la vida violentamente mientras realizaba su trabajo como vendedora de joyas a domicilio. En la homilía, el sacerdote remarcó que «la muerte siempre es dura pero cuando es tan irracional e inhumana es como si algo muy profundo se quebrara en nosotros por la maldad a que puede llegar el ser humano». El único consuelo para la familia, dijo, es «la fe en la resurrección». El sacerdote se dirigió expresamente a Ángeles Bayón, madre de Marta, Francisco Villayandre, su padre y a sus hermanas Silvia y Ana y su hermano Francisco Javier. También destacó en la homilía la «alegría y la ilusión con la que vivía Marta» y calificó de «acto obsceno e irracional» su asesinato. Además del numeroso público, entre el que había mucha gente joven de la zona de Boñar, La Vecilla y Valdepiélago, asistieron a la eucaristía el subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, y la primera teniente de alcalde de Villaquilambre, Manoli Ordás, la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, emparentada con la familia, y los alcaldes de Boñar, Roberto Álvarez y de Valdepiélago.