Huelva, Agencias

Tres médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Huelva afirmaron ayer en el juicio que se sigue contra los presuntos asesinos de Mari Luz Cortés que la niña murió por «asfixia mecánica por sumersión», por lo que estaba viva cuando fue arrojada al agua. En la sexta jornada del juicio los médicos descartaron signos de agresión sexual. Además, los médicos que analizaron a los presuntos autores de la muerte indicaron que no apreciaron «signos de trastorno mental» en Santiago del Valle, así como que es «un manipulador» y que «piensa que puede controlarlo todo».

Uno de estos médicos señaló que durante la autopsia encontraron un tipo de diatomeas -una especie de algas unicelulares microscópicas características del río Tinto y Odiel- en la médula ósea de la pequeña, lo que demuestra que la niña «respiró el agua y mediante el movimiento respiratorio estas algas pasaron a la médula».

Los doctores también descartaron signos de agresión sexual en el cuerpo de la menor, aunque no «posibles tocamientos fugaces», ya que las contusiones que presenta son «compatibles con que una persona la hubiera agarrado». De igual forma, calificaron de poco probable que la niña fuera arrojada por una alcantarilla, ya que en este caso hubiera presentado hematomas por todo el cuerpo.

Igualmente, han indicado que el golpe que presenta Mari Luz en la parte posterior derecha del cráneo «se podría haber traducido en una alteración en el nivel de conciencia», pero sin poder determinar el tiempo que pudo haber estado consciente. No obstante, aseguraron que en el cuerpo no encontraron «un hallazgo traumático claro», aunque sí contusiones en el hemitórax izquierdo, en la muñeca derecha, en el codo derecho y en la rodilla derecha, pero «todas muy superficiales, sin sangrado y que no tienen relación causal con el fallecimiento de la menor».

Los psicólogos que examinaron a Santiago del Valle indicaron que «se sintió descolocado y se mostró sorprendido» por el hecho de ir a prisión. Fue entonces cuando comenzó a decir de sí mismo que era «un enfermo» y que estaba allí por «lo que le pasaba con las niñas».

Por otro lado, los cinco miembros de la familia de Mari Luz Cortés que estaban citados a declarar como testigos el último día de la vista oral no tendrán que testificar finalmente. Según comunicó Juan José Cortés en su página de Facebook, tras una reunión con su abogado, Alberto Revuelta, y con el visto bueno del tribunal, la fiscalía y la defensa, se ha decidido que «ningún miembro de la familia acudirá a declarar, dada la complicada situación y el hecho de que no aportaría nada nuevo al juicio».