Viena, Efe

Una ciudadana española ha confesado haber asesinado a su ex marido y a un ex novio y haber ocultado sus cuerpos despedazados en varios recipientes en el sótano de la heladería que regentaba en Viena, donde fueron localizados el pasado lunes. Estíbaliz Carranza, de 32 años, reconoció ante la policía de la ciudad norteña italiana de Udine, donde fue detenida tras huir de la capital austriaca, haber asesinado a sus dos ex parejas, que se encontraban en paradero desconocido desde hace meses.

Uno de los cuerpos estaba descuartizado e incrustado en dos heladeras y varios recipientes más pequeños llenos de cemento. Del otro cadáver sólo se ha localizado hasta el momento la cabeza. En ambos casos, los hombres recibieron disparos en la cabeza, según la policía austriaca. De acuerdo con fuentes de la policía de Udine, la joven explicó, al ser interrogada, que actuó motivada por «problemas familiares», ya que, según dijo, había sufrido malos tratos físicos y psicológicos por parte de las víctimas.

Esas fuentes indicaron que se mostró tranquila durante todo el interrogatorio, aunque mencionaron que sufre claramente algún trastorno psicológico. Este nuevo capítulo de la historia criminal de Austria se dio a conocer el lunes, en el sótano de un edificio del extrarradio de Viena. Ese día, unos obreros que trabajaban en el saneamiento de una peluquería ubicada junto a la heladería, entraron en el trastero que pertenece a la española para acceder al desagüe del edificio. El hallazgo de dos rifles de precisión llamó su atención. Al escarbar en una heladera llena de cemento ubicada en el sótano descubrieron una bolsa de basura de la que salía un gran hedor y que, a la postre, permitió dar con los restos humanos.