Budapest, Reuters

Una banda de «sin techo» podría ser la responsable de la muerte de cuatros personas, cuyos cuerpos fueron encontrados a principios de esta semana en Budapest, y que posiblemente fueron enterradas vivas. Un hombre que pudo escapar después de ser enterrado hasta el pecho dio la alarma a la Policía. Al parecer, las víctimas habrían sido enterradas dejando sólo la cabeza al descubierto. Estas personas fueron dejadas de esta forma mientras los ladrones se dirigían a un cajero tras haber sonsacado a las víctimas la clave de sus tarjetas de crédito.

«Pensamos que hemos detenido al núcleo de la banda», declaró el director de la Oficina Nacional de Investigación, Zoltan Csizner. Uno de los detenidos, que afirma ser macedonio, podría ser el cabecilla del grupo. Otros tres implicados fueron detenidos varios meses en relación a una serie de robos. Hay al menos seis personas relacionadas con los hechos.

Csizner indicó que la pandilla operaba desde una «colonia de personas sin hogar» establecida en un bosque en el norte de la isla de Csepel, en Budapest, y que estaba acusada de varios robos y de otras acciones delictivas. «Algunas de las víctimas y de los autores podrían formar parte de una comunidad en la que viven de acuerdo a sus propias normas, fuera de la sociedad», concretó Csizner. Los medios de comunicación húngaros apuntan a «un usurero» como el «cerebro» de los crímenes y se sospecha que podría haber enterrados más cadáveres en la isla de Csepel.