Oviedo, E. P.

El centro penitenciario de Villabona ya aplica el plan de intervención en materia de drogas aprobado el año pasado, que activa nuevos mecanismos de control para luchar contra el tráfico y el menudeo de estupefacientes entre la población reclusa, «uno de los principales problemas de las cárceles españolas», según el director del centro, Esteban Suárez. El responsable de la prisión indicó que el plan reconoce el derecho a llevar a cabo actuaciones todavía poco regladas, como la introducción de la unidad canina de la Guardia Civil en el penal, que ya ha permitido detectar intercambios de sustancias, difíciles de hallar en los cacheos. A su juicio, permite incrementar las actuaciones para intervenir tanto sobre la oferta como sobre la demanda y coordina las áreas de tratamiento, sanidad y seguridad, sin lo que «resulta muy difícil atajar el tráfico». El director reconoce que los internos se sirven de los permisos y de las comunicaciones para introducir droga, hasta el punto de que «es raro el día que no salen pequeñas o grandes incautaciones que se envían al Juzgado de guardia». Suárez dice que resultaría conveniente sumar «20 o 25» plazas adicionales a los 500 funcionarios actuales.