Tegucigalpa, Efe

Un incendio «de incalculables proporciones» consumió ayer, sábado, dos mercados populares de la capital de Honduras, sin que hasta el cierre de esta edición se haya notificado la existencia de víctimas. El fuego en Tegucigalpa, cuyas causas aún se desconocen, comenzó aproximadamente a las 13.00 hora local (19.00 GMT), y su magnitud «es de grandes proporciones, digamos que incalculables», señaló ayer a los periodistas uno de los bomberos que participan en las labores de extinción de ambos fuegos.

El incendio se originó en el mercado Colón y se extendió de forma rápida al contiguo mercado de San Isidro, ambos situados en una calle donde se encuentra otra de esas estructuras, el mercado de Las Américas. «Aquí se están consumiendo el Colón y el San Isidro», dijo un ciudadano sin identificar a los periodistas, y explicó que estaba en el lugar ayudando a «sacar cosas» a un amigo al que se le estaban «quemando sus dos puestos de venta». El alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, declaró a la prensa en el lugar que la situación es «lamentable y dolorosa».

Los bomberos, que movilizaron a todas sus unidades en Tegucigalpa, tuvieron problemas porque algunos de los camiones que se trasladaron al siniestro se quedaron sin agua, según fuentes de ese organismo de socorro. Los bomberos lograron sofocar las llamas en unas tres horas, cuyo humo llegó a alcanzar una altura de 40 metros.

Este siniestro sucede pocos días después del incendio de una cárcel en el centro de Honduras, en el que se han registrado hasta el momento 358 fallecidos, entre ellos una mujer que visitaba a su marido, el cual resultó herido. Éste, identificado como Jaime William Aguirre, denunció al diario «El Heraldo» que los guardias de la cárcel no sólo no auxiliaron a los internos durante el suceso, sino que les dispararon. «Lo que sí sé es que nos tiraron a matar. No sólo escuché los disparos, los sentí», dijo.