Noreña,

M. N. M.

Un noreñense falleció el pasado viernes en Madrid, tras una larga agonía, como consecuencia de las heridas producidas por varias quemaduras graves que sufrió hace varios meses.

Al parecer, el fallecido, cuyas iniciales son A. V. R., que contaba 86 años de edad, se encontraba en su domicilio cuando sintió frío y encendió la cocina vitrocerámica para entrar en calor. Pero aquel remedio no tardó en convertirse en un problema. El hombre se acercó demasiado a las placas de la cocina, de tal forma que terminó por prenderle fuego a la ropa, y las llamas se extendieron con rapidez y le produjeron graves quemaduras en varias partes de su cuerpo.

Los servicios médicos atendieron al herido de los graves daños que había sufrido y finalmente lo trasladaron a la unidad de quemados de un hospital de Madrid. Una vez allí, trataron de recuperarlo por todos los medios aplicándole injertos y practicándole varias intervenciones. Sin embargo, todos los intentos de que mejorase su estado de salud terminaron por ser infructuosos.

Con el tiempo, su estado fue empeorando hasta que, finalmente, falleció el pasado viernes. La edad, al parecer, fue determinante para el desenlace de este suceso. Una persona algo más joven, aun trabajosamente, quizás hubiera podido recuperarse de las heridas. Pero los 86 años de A. V. R. pesaron mucho en la recuperación.

El fallecido fue trasladado el domingo al tanatorio de Pola de Siero, donde fue instalada la capilla ardiente, y finalmente sus restos se enterraron el lunes en Noreña. Tras un funeral de cuerpo presente en la iglesia parroquial de Santa María, fue enterrado en el cementerio parroquial de la villa condal.