Oviedo, F. VALLINA

Los principales responsables de la Policía Nacional en Asturias consideran que el «golpe» ha servido para acabar con una red organizada con capacidad para subir muy alto en el negocio de la droga a gran escala. «Estaban tratando de colocarse en la élite, en el top de la droga. Tenían una seria perspectiva de convertirse en uno de los monopolios más importantes en cuanto a distribución de speed de toda la cornisa cantábrica», explicaron ayer los responsables de la Policía Nacional tras hacer pública la operación. El último decomiso importante de este tipo de droga, según las mismas fuentes, «tuvo lugar en Oviedo hace años y fue de nueve kilos».

El ritmo de vida de los detenidos -según pudo saber este diario por fuentes conocedoras de la operación «vivían a cuerpo de rey»- fue uno de los motivos por los que la policía llegó hasta los presuntos integrantes de la red.

El speed es una droga de la familia de las anfetaminas que produce un estado de estimulación física y psicológica. «El consumidor suele ser una persona muy joven que ha experimentado con otro tipo de sustancias y que consume speed para estar más activo durante una noche de marcha», asegura la policía.

Además del riesgo que existe a medio plazo de sufrir alteraciones de tipo psicótico, similares a la esquizofrenia, el consumo de esta droga puede degenerar en graves alteraciones cardiacas e incluso provocar la muerte, ya que el proceso de producción y adulteración de estas sustancias se realiza sin ningún tipo de control.