Ribadesella,

P. MARTÍNEZ

Un percebero cántabro de 49 años, Camilo V. D., falleció en la tarde del lunes mientras pescaba en el acantilado riosellano de Tomasón, en la localidad de Camangu. A falta de conocer el resultado de la autopsia, todo apunta a un paro cardiaco como posible causa del deceso.

Camilo V. D. llevaba varios días encontrándose mal y se quejaba de un brazo, lo que hizo que sus dos hermanos, también perceberos, lo animaran a dejar la tarea. No lo hizo y en torno a las ocho de la tarde, cuando los tres abandonaban el pedrero riosellano en el que faenaban, el fallecido «tragó una bocanada de aire y ahí se quedó», según describió otro trabajador del mar conocedor del suceso.

Llevaba al menos tres décadas en el mar y buena parte de este tiempo lo había trabajado en la costa oriental de Asturias. Natural de la localidad cántabra de Pechón, donde residía, estaba casado y no tenía hijos.