Oviedo, Ana P. PAREDES

Agentes de la Policía Nacional de Oviedo detuvieron ayer a tres hombres y una mujer, con edades comprendidas entre 21 y 26 años y todos de nacionalidad rumana, que recorrían el país cometiendo hurtos en supermercados y establecimientos especializados. Los varones vestían bañadores femeninos que abrían por la parte delantera para introducir los objetos sustraídos. Su arresto se logró gracias a una llamada al 091 el pasado lunes, día 9, durante la que una encargada de un centro comercial les informaba de la presencia de varios individuos a los que ya había visto el día anterior y de los que sospechaba que podrían intentar cometer un robo.

Tras personarse en el lugar una dotación del grupo de Atención al Ciudadano de Oviedo, la mujer que les había llamado les dijo que dichas personas se acababan de ir hacia la plaza de Manuel Álvarez, donde fueron localizados por la Policía cuando pretendían dejar el lugar en un turismo que previamente habían estacionado en las cercanías. Durante el registro efectuado en el vehículo encontraron varias bolsas de basura que estaban perfectamente cerradas. En ellas encontraron algo más de 200 artículos de droguería y perfumería de los que no pudieron acreditar ningún justificante de compra. Los cuatro fueron arrestados como presuntos autores de los delitos de asociación ilícita y hurto.

El modus operandi de los detenidos era especialmente original. Empleaban el bañador de señora que vestían bajo su ropa para guardar, de forma disimulada, los perfumes y otros artículos cosméticos. Una forma de actuar que los agentes nunca habían detectado en otras bandas similares. Los cuatro detenidos se habían trasladado al Principado desde León dos días antes y, tras cometer en comercios asturianos varios hurtos, pretendían abandonar la región la misma jornada de su detención.

Los tres detenidos poseen antecedentes policiales. Consta que el jefe del grupo tiene ya 22 detenciones anteriores por hechos similares, además de tener vigente una orden de búsqueda y detención emitida por un Juzgado de Huesca, donde la banda también había perpetrado parte de sus acciones delictivas en perfumerías de la capital y de otras localidades de esa provincia, donde permanecieron una temporada.

Según fuentes policiales, este tipo de hurtos se realiza en grupo e incluso muchos son miembros de la misma familia. Se desplazan por toda España y, antes de poner en marcha su «campaña delictiva», planifican previamente la ciudad y los establecimientos donde actuarán dos o tres días. Generalmente actúan por encargo, eligiendo determinadas marcas. Además, prefieren los centros comerciales, en los que se produce mayor aglomeración de clientes.