El juicio por la Operación Trisquel, en la que fue desarticulada una banda de narcotraficantes en junio del año 2008, ha quedado visto para sentencia después de que 18 de los 19 acusados aceptaran cumplir condenas de entre uno y cinco años de prisión.

La Fiscalía ha pedido una pena de 4 años de privación de la libertad y una multa de 16.000 euros para el único acusado que negó su participación en los hechos y que rehusó llegar a un acuerdo con el Ministerio Público.

La operación fue desarrollada en junio del año 2008 por el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional, que decomisaron cocaína, hachís y marihuana por valor de unos 50.000 euros y medicamentos prohibidos, uno de los cuales estaba contaminado con un microorganismo de origen medioambiental.

La Fiscalía, que elevó a definitiva sus conclusiones preliminares, ha considerado que los acusados formaban parte de una organización dedicada a la venta de drogas en Gijón, fundamentalmente cocaína, que adquirían en Galicia.

La banda pudo ser desarticulada a partir del arresto de uno de los miembros cuando trasladaba cocaína en un vehículo desde Galicia, lo que posibilitó al identificación del resto de los integrantes del grupo y las detenciones en registros domiciliarios.

El enlace entre los vendedores y los distribuidores gallegos fue detenido en la carretera N-634, en Otur (Valdés), en el occidente asturiano, cuando su vehículo procedente de Galicia fue interceptado por la policía, que encontró en su interior más de un kilogramo de cocaína.

Los agentes descubrieron que los paneles laterales de las puertas traseras del coche se desplazaban cuando eran accionados por un mando a distancia, y dejaban al descubierto el alojamiento donde era transportada la droga.

EFE