Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

La Policía Nacional ha recuperado 23 motocicletas de gran cilindrada que habían sido sustraídas en Oviedo, Gijón, Avilés y Granada por una red delictiva de la región que quedó desarticulada el pasado miércoles. La operación que se saldó con cinco detenidos -todos ellos asturianos y relacionados con el mundo de las motos a través de un taller de Gijón- también permitió la incautación de 30 kilos de hachís, aunque, según precisó ayer Baldomero Araujo, jefe superior de Policía de Asturias, esta droga no tendría relación directa con la trama. El hachís fue localizado por los agentes encargados del caso durante el registro de uno de los garajes en los que los detenidos, acusados de robos con fuerza y asociación ilícita, tenían escondidas varias motocicletas, pero la droga no sería propiedad de la red delictiva.

La operación se inició hace varios meses, cuando el grupo cuarto de la brigada provincial de la Policía Judicial, que está especializado en la investigación de robos con fuerza, detectó un aumento de las denuncias por robos de motocicletas de gran cilindrada en Asturias. Las primeras pesquisas permitieron concluir que no se trataba de hechos aislados, sino de sustracciones realizadas por un grupo de delincuentes, que actuaba de forma «organizada y especializada».

Cada una de las cinco personas detenidas estaba encargada de una tarea definida. Así, uno realizaba labores de ojeador, buscando información sobre motocicletas de determinadas características, localizando los garajes en los que sus dueños las guardaban. Por la noche, de manera «rápida y profesional», los ladrones sacaban las motos y las introducían en una furgoneta estacionada en las inmediaciones. Posteriormente, los ladrones ocultaban los vehículos sustraídos en locales de Gijón y Avilés.

La red desarticulada espaciaba temporalmente los golpes, preparando con sumo cuidado los lugares en los que actuaba. La Policía ha podido comprobar que, en una noche, y siguiendo un itinerario perfectamente estudiado, los ladrones robaron cuatro motos en distintos garajes de Oviedo y, al día siguiente, repitieron la operación en Gijón. Después, dejaron de operar durante un cierto tiempo, con el objetivo de no levantar sospechas que pudieran dar lugar a una investigación.

Los ladrones se aprovechaban d la información privilegiada que manejaban por su relación con el mundo de las motocicletas para buscar y sustraer máquinas de las mismas características que otras que, previamente, habían sido declaradas como siniestradas. Y es que, con la documentación y las placas de matrícula de los vehículos que habían sido dados de baja, los detenidos únicamente tenían que conseguir motos de las mismas características para poder venderlas. Aunque no está confirmado, la Policía ve probable que la trama delictiva pretendiera colocar la mercancía en el mercado europeo.

Según desveló ayer la Policía, el punto culminante de esta operación, que se ha prolongado durante seis meses, fue la localización de las tres bases clandestinas desde las que operaba la trama. A partir de ahí, en Gijón se localizaron 16 motos y en Avilés otras siete. Todas ellas habían sido robadas en la región, con una sola excepción. Y es que los integrantes de la red aprovecharon un viaje al gran premio de Jerez para sustraer una motocicleta en Granada, no se sabe si en el trayecto de ida o en de vuelta.

Uno de los detenidos y su pareja sentimental prestaron declaración en la Comisaría de Policía de Oviedo y, a continuación, fueron puestos en libertad, aunque con cargos, Los otros tres quedaron ayer a disposición del Juzgado de guardia de la capital del Principado, cuyo titular, el magistrado Ángel Sorando, se ha hecho cargo de la instrucción de este caso.

La Policía Nacional iniciará mañana la devolución de las motos a sus propietarios, alguno de los cuales, según Baldomero Araujo, no pudo contener la emoción al enterarse de la operación. Y es que, como reza textualmente la nota emitida por la Policía Nacional: «Todos conocemos la relación de afecto entre el motorista y su máquina, lo que añade un plus de satisfacción para el Cuerpo Nacional e Policía, que ha permitido con esta investigación, no solo reponer el efecto sustraído, sino también recuperar ese afecto».