Grandamuelle (Tineo),

Pepe RODRÍGUEZ

Luis Manuel Llano Menéndez, de 21 años de edad, falleció en torno a las seis y media de la tarde de ayer en un accidente laboral en el pueblo de Grandamuelle, Tineo, al ser atrapado por la empacadora que estaba arreglando.

El joven era del pueblo de Fuejo, también en Tineo. Trabajaba para la empresa Talleres Tino Fernández, de reparación de maquinaria. Acudió a Grandamuelle a arreglar una rotoempacadora propiedad de la familia del ganadero Emilio Fernández. Esta familia, como el resto del pueblo, comenzó ayer con la temporada de recogida de la hierba, dadas las altas temperaturas y el buen tiempo que había en la zona. Desde por la mañana el ganadero notó que algo sonaba mal. Por eso, ya por la tarde, llamó a la asistencia mecánica. Luis Manuel Llano, al que sus amigos llamaban «Luisma», acudió para solucionar el problema. Se subió a la parte superior de la maquinaria y, con ella arrancada, trató de descubrir que es lo que sonaba mal.

Los testigos del accidente no saben precisar si la rotoempacadora enganchó la funda del joven o si este resbaló, pero el caso es que se precipitó sobre un par de rodillos que le cogieron por el cuello y le provocaron la muerte instantánea. Emilio Fernández estaba justo al lado y, al ver lo que sucedía, se lanzó a apagar la maquinaria del tractor que tiraba de la rotoempacadora. No tardó ni cinco segundos en hacerlo, pero ya era tarde.

En esta localidad tinetense los vecinos comentaban, entre las lágrimas y la más pura consternación, que este tipo de maquinaria necesaria para la temporada de recogida de la hierba puede ser peligrosa por el hecho de que sus problemas se detectan sólo cuando está funcionando, de tal manera que sólo en marcha el especialista mecánico pueda escuchar con precisión de donde viene el problema y, así, solucionarlo.