Miami, Agencias

Es la droga caníbal, que convierte a sus víctimas en una especie de «zombis» hambrientos de carne humana. Tras el salvaje ataque a Ronald Poppo, el mendigo de 65 años al que Rudy Eugene, de 31, devoró parte de la cara, se ha conocido un nuevo caso, el de Brandon de León, de 21 años, que estuvo a punto de morder a varios policías mientras les gritaba: «Os voy a comer». Ambos atacantes habrían consumido una potente y adictiva droga sintética, denominada «séptimo cielo» o «sales de baño», que provoca alucinaciones y una gran agresividad.

En el caso de Rudy Eugene, cuando fue interpelado por la Policía para que soltase a su víctima, se limitó a gruñir y a seguir comiéndose la cara del indigente, y no lo dejó incluso tras recibir un primer disparo. La novia de Eugene, Yvonka Bryant, aseguró que jamás hablaron de canibalismo o vudú, y tampoco le vio consumir alcohol o drogas, sólo marihuana una vez. La mujer, de 27 años, cree que le dieron una droga sin consentimiento.

El caso más reciente es el de Brandon de León, quien «gruñó a los agentes como un perro rabioso» y trató de morder la mano de uno de ellos. El joven montó un escándalo en una zona comercial y fue detenido. Cuando era conducido a Comisaría, empezó a «golpear con la cabeza» en la divisoria del coche policial, mientras gritaba: «Os voy a comer». En Comisaría, los agentes tuvieron que valerse del equipo antimordeduras para reducir al joven, que no dejaba de gruñir e intentar morder.

Ronald Poppo, el mendigo atacado por el «caníbal» Rudy Eugene, sobrevivirá, aunque con terribles secuelas. Ha perdido el ojo derecho y tiene el izquierdo muy dañado, por lo que podría quedarse ciego. Los médicos mostraron una foto de la víctima, en la que se aprecia el alcance de los destrozos. Poppo, de 65 años, ha quedado sin nariz, no tiene cejas y gran parte de su cara está llena de costras, tras haber perdido la piel y la carne. El indigente se ha mostrado tranquilo y amable, y ha comenzado a comer por sí mismo.