Oviedo / Gijón,

L. Á. VEGA / R. GARCÍA

Una mujer de 92 años, Rosario González Diego, falleció anteayer, viernes, en la residencia geriátrica de Carancos, en el concejo de Nava, al sufrir un fuerte golpe en la cabeza. Fuentes de la Guardia Civil indicaron que el accidente se produjo cuando una cuidadora estaba moviendo a la anciana, muy incapacitada, desde un sofá a una silla de ruedas, con el fin de llevarla al servicio. Fue entonces cuando a la cuidadora se le escurrió la mujer, que se golpeó la cabeza contra el suelo. Aunque se desplazó a la zona el personal de una uvi móvil, nada se pudo hacer por salvarle la vida. la mujer falleció unos veinte minutos después de haberse golpeado contra el suelo. Ayer, sábado, se le practicó la autopsia en Gijón. Los resultados de la misma se conocerán el lunes.

La familia de la mujer mostró su indignación por lo ocurrido. Según indicó una hija de la mujer, Marisol Muñiz González, residente en Nava, la dirección del centro les dijo inicialmente que se trataba de una muerte natural. «Lo único que queremos es que no nos mientan. Si pasó algo, se habla y ya está; pero a mí me llamaron para decirme que había sido una muerte natural y ahora, de repente, descubrimos todo esto», aseguró la mujer.

«A saber qué pensó la gente ayer (por el viernes) en el tanatorio. Yo les estaba diciendo que mi madre había muerto de muerte natural y luego me llamaron para decir que no. Tengo problemas de salud, estoy operada del pulmón y hace tiempo que no estoy bien. Así que me llamaron de la residencia para decirme que había muerto mi madre, pero que no me preocupara por nada, porque ya estaba dentro de una bolsa y que no la podía ver... así que les dije que la trajeran», continuó su relato. «No me pareció raro, porque tenía 92 años y hace unos días los médicos habían dicho que necesitaba un marcapasos, pero que no se lo podían poner y que entonces le quedarían unos quince días de vida», añadió.

«Luego me enteré de que ya entonces el médico había puesto en el informe que era una muerte violenta. A pesar de todo hubo negligencias, porque las enfermeras permitieron que saliera el cuerpo sin que lo viera el juez», aseguró. La mujer denunció los hechos ante el Juzgado. Las cuidadoras que se encontraban en el centro prestaron ayer declaración ante la Guardia Civil de Nava indicando que se trató de un accidente. «Que cambien de versión así tan rápido con respecto a lo que me dijeron a mí y lo que ahora les dicen a ellos me hace sospechar mucho», indicó la mujer.

El gerente del grupo de empresas que gestiona el geriátrico, Paulo González, señaló que siempre se sostuvo que lo ocurrido había sido un accidente. El gerente se mostró apesadumbrado por lo ocurrido. «Tanto la directora como las cuidadoras están muy afectadas, muy conmovidas, y sienten lo ocurrido. No hay que olvidar que esta mujer llevaba muchos años en el centro y que al final se había convertido en una persona de la familia», indicó.