Oviedo, L. Á. V.

El riesgo que entraña mantener almacenadas las sustancias estupefacientes incautadas ha hecho que el propio fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, distribuya una circular entre las diferentes fiscalías superiores para que los fiscales Antidroga soliciten la inmediata destrucción de la droga incautada, salvo muestras suficientes para posibles comprobaciones o investigaciones posteriores. En pasadas reformas ya se urgía a los jueces a destruir cuanto antes las drogas, aunque algunos magistrados pusieron pegas por entender que las sustancias incautadas deben estar disponibles en el momento del juicio.

La circular se distribuyó a raíz del robo de Cádiz, pero ha habido otras sustracciones que han puesto en solfa el sistema de almacenamiento, como la cocaína que desapareció de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, los asaltos al Instituto de Toxicología de la misma localidad o las instalaciones donde se guardaba droga en el puerto de Málaga.