La juez titular del Juzgado de primera instancia e instrucción único de Infiesto decretó ayer prisión provisional, comunicada y sin fianza, por un delito de detención ilegal para el vecino de Villamayor que intentó atracar la oficina del BBVA de Infiesto y mantuvo retenidas a dos personas durante cerca de una hora el pasado lunes tras serle negados los 250 euros que pedía.

Según comunicó el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) la juez, de acuerdo con el ministerio fiscal, apoyó su decisión en el informe psiquiátrico elaborado por el personal del servicio de psiquiatría del Hospital de Arriondas minutos después de los sucesos del lunes, en el que se concluyó que el asaltante no precisaba un ingreso en un servicio especializado en patologías psiquiátricas. Tras esta decisión, J. V. P., de 49 años, fue trasladado al centro penitenciario de Villabona, si bien la abogada piloñesa Secundina Cueria, encargada de su defensa, advirtió ayer de que recurrirá el auto a través del cual la juez había enviado a prisión a su cliente.

De esta manera, el acusado deberá esperar en prisión a ser juzgado de unos hechos sobre los cuales se van conociendo más detalles, puesto que algunas fuentes aseguran que el arma con la que amedrentó a los empleados y clientes de la oficina bancaria era una pistola de bolas. Igualmente se confirma que el primero de los tres empleados retenidos aprovechó a escapar junto a una cliente allí presente, mientras que la directora de la oficina salió por su propio pie aprovechando un despiste y el último de los retenidos se escapó cuando iba a recoger agua y medicamentos que el atracador exigió a la Guardia Civil.

A pesar de que el asaltante señaló desde un primer momento que el motivo de su nerviosismo y manera de actuar correspondía a los efectos de una enfermedad psiquiátrica unido al haber olvidado tomar la medicación, este argumento no ha sido suficiente para que la juez le concediera la libertad provisional.

Donde ayer aún continuaban consternados por los hechos era en el concejo de Piloña, pues los vecinos de Infiesto aún no daban crédito a lo que se había vivido la mañana del día anterior coincidiendo con el mercado semanal en la capital del concejo. «Fue algo de película, pues en la vida había visto un despliegue de tal calibre», señala un vecino en referencia a la operación de la Guardia Civil para acordonar la zona y entrar por la fuerza a desalojar al asaltante, que intentó ahorcarse con una corbata. Mientras tanto, en Villamayor, tampoco se explicaban los motivos de su vecino, con el que, a pesar de todo, esperan que la justicia no sea muy severa. «Tiene problemas, pero no es la clásica persona conflictiva», advertía una conocida del detenido.