Laviana, Julio VIVAS

Andrés Fernández Rodríguez, lavianés de 52 años, perdió la vida cuando se encontraba practicando la pesca en el entorno de Soto de Llorío. Su cuerpo fue hallado a las ocho y media de la mañana de ayer en un cañón de agua del río Soto, en una zona de difícil acceso, por lo que el rescate tuvo que realizarse desde el aire, utilizando el helicóptero de Bomberos de Asturias. El fallecido había salido a pescar el sábado. Dejó su coche en Soto de Llorío y comenzó la marcha a pie por el trayecto del río Soto. Pasadas las diez de la noche, y tras no tener noticias suyas en todo el día, sus familiares denunciaron su desaparición.

De inmediato se movilizó a los efectivos de Bomberos de Asturias con base en San Martín del Rey Aurelio y a la unidad canina, a los que se sumaron más tarde dos helicópteros de la entidad -uno de ellos medicalizado-, además del grupo de rescate. En el dispositivo de búsqueda también participaron vecinos y la Guardia Civil. Fue este último grupo el que encontró, sobre las ocho y media de la mañana el cuerpo sin vida del infortunado pescador. Éste se encontraba en una zona de difícil acceso, un cañón de agua. Para poder rescatar el cuerpo y para poder facilitar la labor al equipo de rescate en el aire, los bomberos limpiaron la zona, en la que había mucho arbolado, tras lo cual se instalaron cuatro grúas para izar el cuerpo hasta el helicóptero.

Una vez rescatado el cuerpo, los bomberos trasladaron el cadáver hasta el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, para que se le realizase la correspondiente autopsia, ya que no estaban claras las causas de su fallecimiento. El fallecido era natural de Soto de Llorío, adonde acudía frecuentemente a practicar la pesca. Estaba casado y no tenía hijos.

J. G. F., el allandés de 62 años, que era buscado por los servicios de emergencia y por los vecinos desde el sábado, fue encontrado ayer por la mañana, ahogado en el río Pomar, a cuatro kilómetros de Noceda.