La acusación particular pedirá 296 años de cárcel para un hombre acusado de intentar volar con bombonas de butano, disolvente y gasolina un bloque de viviendas en Sevilla, por lo que le imputan diecinueve delitos de asesinato en grado de tentativa. El acusado Rafael P. P., entonces de 67 años, sobre las cuatro de la madrugada del 17 de julio del 2009 colocó «de forma estratégica hasta nueve artefactos incendiarios de fabricación artesanal» en varios pisos, desde el cuarto de contadores hasta su propio domicilio en el primer piso, según el escrito de acusación del fiscal. Rafael P. P. actuó de esta manera debido a los «numerosos problemas que había tenido con otros vecinos del bloque».