El yerbato José Carlos González Montes, de 52 años, falleció ayer de forma trágica, mientras realizaba sus quehaceres matinales habituales en su cuadra del pueblo de Tuenes, en Bimenes, donde atendía al ganado. La suerte se puso en su contra provocándole una mortal caída desde lo alto de la tenada al pesebre. El hombre se escurrió por el orificio conocido como «boquerón», que es el que se comunica el pajar con el corral para facilitar el traslado de la hierba para alimentar al ganado.

González se encontraba solo, por lo que no pudo ser auxiliado hasta que su madre, Alicia Montes Argüelles, se lo encontró y dio la voz de alarma. Fue ella quien halló el cuerpo sin vida de su hijo a primera hora de la mañana desvanecido, tras la caída, sobre el cebadero.

El malogrado yerbato había cenado con su madre el día anterior, sobre las nueve de la noche, y fue la que lo echó en falta al día siguiente por la mañana. La mujer se empezó a extrañar y preocupar porque su hijo tardaba más de lo habitual en regresar a casa. Fue el motivo que la llevó a ir en su busca hasta la cuadra. Allí encontró el cuerpo.

El personal sanitario y la ambulancia del centro de salud de Nava acudieron hasta el lugar, alertados por el Servicio de Emergencias 112. Eran las siete y cuarto de la mañana y, cuando llegaron al establo de Tuenes, el hombre ya había fallecido, por lo que todos los intentos por salvar su vida fueron en vano. El médico de urgencias comunicó lo ocurrido al Juzgado y fue el médico forense, cuando se procedió al levantamiento judicial del cadáver, quien certificó la muerte de José Carlos González Montes por causas naturales, según informan fuentes de la Guardia Civil, que también acudió al lugar del accidente. El cuerpo sin vida del hombre fue trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias, donde se le practicó la autopsia.

La noticia de la fortuita y desgraciada muerte de José Carlos González Montes conmocionó el pequeño pueblo de Tuenes, donde todos los vecinos se conocen y donde había vivido durante toda su vida. Ayer, en la aldea eran todo caras largas y sus vecinos preferían no hablar demasiado del fatal acontecimiento. El luctuoso accidente también entristeció al resto del concejo de Bimenes.

Su familia está muy afectada, aunque contó con el apoyo de sus amigos y conocidos que ya desde ayer por la mañana se acercaron a la vivienda familiar para hacerles llegar sus condolencias. El fallecido, padre de dos hijos, era minero prejubilado y atendía el ganado vacuno y caballar de la familia. Era un hombre muy conocido en Tuenes.

El cadáver de José Carlos González Montes será trasladado esta tarde, a las seis, desde el tanatorio de Nava -donde ayer por la tarde quedó instalada la capilla ardiente-, al cementerio de San Julián de Bimenes. En este camposanto recibirá sepultura.