«Sólo le arreglaba los coches», declaró, en su única comparecencia ante la Policía, el propietario del taller del alto de la Madera al que acudió Cristian González Cueli poco antes de desaparecer hace poco más de cuatro meses. El hombre negó en esa misma declaración que compartiese «gustos o negocios» con el gijonés, e indicó que su relación era sólo comercial. También rechazó que hubiese recibido un préstamo de González, pese a lo que afirman sus familiares y amigos, quienes aseguran que el desaparecido se había desplazado al alto de la Madera a cobrar una deuda aquel 27 de diciembre.

Fue este mismo mecánico quien dio a la Policía un dato crucial. Y es que vio a Cristian González montarse en un Porsche Cayenne de color negro junto a la sidrería El Culetín, en Siero. Se trata de un modelo de vehículo muy poco corriente, por lo que no sería difícil dar con su propietario, siempre que resida en Asturias. El mecánico también indicó a los agentes que desconocía lo que podía haberle ocurrido a González.

Este vecino de Gijón tenía una empresa de pinturas, aunque en los últimos tiempos se estaba dedicando a hacer pequeños préstamos. En la caja fuerte del desaparecido se encontró una importante cantidad de dinero, así como una lista de las personas que le adeudaban dinero. Amigos de Cristian González informaron a la Policía de que éste estaba bastante preocupado en los últimos tiempos, hasta el punto de hacerse con una pistola que los agentes no han logrado encontrar, que se sepa. Estos mismos amigos indicaron que González habría hecho un préstamo a un individuo del mundo de la compraventa de coches de alta gama, y que al reclamar la deuda había sido amenazado de muerte. Dar con el paradero de Cristian González está demostrando ser de una gran complejidad. Desde una semana después de producirse la desaparición, ante los indicios preocupantes que rodeaban el caso, se desplazó a Asturias desde Madrid un equipo de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), que no ha podido aclarar lo ocurrido.