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Hallan un cadáver en avanzado estado de descomposición en un monte parragués

Los vecinos sospechan que se trata de un senderista que solía visitar la zona y al que no ven desde agosto

Manuel Calzón señala el lugar donde se encontró el cadáver. Lucas Blanco

Javier Coviella, un pastor de la localidad amievense de La Fresneda, encontró el pasado sábado, en torno a las tres de la tarde, un cadáver en avanzado estado de descomposición en la zona del pico Peñalba, situado a casi una hora a pie del pueblo parragués de Collado de Andrín. Los vecinos sospechan que podría tratarse de un senderista desconocido de unos 60 años que solía frecuentar la zona y a quien no ven desde el mes de agosto.

Coviella llegó al lugar, situado a escasos metros de la cueva del Burdiu, en busca de sus vacas, que pastan en la zona, cuando un fuerte olor le hizo alzar la mirada y fijarse en varias prendas de ropa tiradas en el suelo. Pronto comprobó que en realidad se trataba de un cuerpo sin vida en avanzado estado de descomposición.

Fue entonces cuando decidió llamar a su hermano y pedirle que avisase a la Guardia Civil, ya que desconocía el teléfono de este cuerpo de seguridad. "La verdad es que me asusté y no me fijé mucho en el aspecto del cuerpo", indicó ayer el ganadero, quien aseguró que sólo pudo apreciar que el rostro era irreconocible y el cadáver se encontraba en posición ladeada.

Quien sí examinó el cuerpo más a fondo fue el alcalde de barrio de Collado de Andrín, Manuel Calzón. Éste acompañó a la Guardia Civil hasta el lugar una hora y media después del hallazgo. "Por la posición del cuerpo daba la impresión de que se había despeñado", declaró Calzón. Añadió que en el pico situado unos metros más arriba del lugar donde se halló el cuerpo se encontró la típica vara de un senderista.

El propio Calzón confesó a los guardias sus sospechas de que pudiera tratarse de un senderista de unos 60 años que frecuentaba la zona durante el verano y al que no veían desde el mes de agosto. "No garantizo nada, pero el cadáver portaba unos prismáticos, unas gafas y una mochila, como el senderista", declaró. Y añadió que el desconocido caminante hablaba "un castellano perfecto".

De momento, se desconoce la identidad del fallecido y no se tiene constancia de denuncia de desaparición alguna en este paraje enclavado en los límites de Parres, Amieva y Cangas de Onís. Una incógnita alimentada por el hecho de que el cuerpo no portaba identificación alguna. "Es raro, no traía ni cartera, ni llaves, ni nada que diese alguna pista", comenta Calzón.

Es por esto que el cuerpo, cuyo rescate fue pospuesto por efectivos de la Guardia Civil hasta primera hora de la mañana de ayer por falta de luz, fue trasladado primero al Hospital de Arriondas y luego al Instituto de Medicina Legal de Asturias, en Oviedo, con el objetivo de llevar a cabo pruebas que contribuyan a su posible identificación.

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