Un conductor canario de 41 años ha sido multado con 80 euros por hablar con la persona que le acompañaba en el vehículo. Ocurrió el pasado viernes, sobre las once de la mañana, cuando circulaba con su furgoneta entre los municipios grancanarios de Arucas y Teror. La multa recoge textualmente que el motivo de la sanción es el de "conducir un vehículo sin mantener la atención permanente a la conducción". Añade la multa que el conductor "mantiene conversación con el acompañante contiguo mirando en repetidas ocasiones".

El conductor, que iba a bordo de una pequeña furgoneta, llevaba detrás a los guardias, dos motoristas, que en un momento dado le adelantaron y le dieron el alto al llegar a una gasolinera. "Pensé que era un control rutinario, porque iba despacio, ya que es una carretera con muchas curvas", indicó Armando C. S., vecino de Agaete.

En unas declaraciones radiofónicas, el conductor explicó que, cuando los agentes le comunicación el hecho por el que iban a multarle, pensó que se trataba de una broma, ya que, aunque reconoce que estaba hablando con su compañero, le daba la impresión de que era una conversación como las cientos de miles que se pueden dar en la carretera diariamente. "Es verdad que estaba hablando con el compañero, pero era dentro de una conversación normal", indicó el conductor.

La cosa es seria. La multa que deberá pagar es de 80 euros -tiene hasta el 2 de enero para beneficiarse de la reducción del cincuenta por ciento prevista por la ley-, mientras que la sanción, al ser una falta de carácter leve, no conlleva pérdida alguna de puntos.

Otro caso en Asturias

El caso es que no es la primera vez que se produce un hecho parecido. Hace cinco años, en septiembre de 2008, fue multado un asturiano por un hecho idéntico, hablar con la persona que le acompañaba en el vehículo. El conductor, un catedrático de instituto, fue multado cuando circulaba por la autovía del Cantábrico, a la altura de Grases, en Villaviciosa. El hombre iba acompañado de su hermano e iban hablando, según reconoció. Fue en ese momento cuando una patrulla, que circulaba detrás del vehículo, le dio el alto y le extendió una multa con los mismos argumentos que en el caso anterior, "conducir el vehículo sin mantener la atención permanente". El profesor recurrió la multa de 60 euros que le impusieron al considerar que el asunto se trataba de un "abuso de poder".

Agentes de Tráfico destinados en la región indicaron que este tipo de multa "es quizá rizar el rizo, pero puede considerarse como una distracción el que un conductor vaya mirando continuamente a su acompañante, o haciendo aspavientos al volante, mientras aparta la vista de la carretera".