El naufragio del Santa Ana frente a la costa avilesina ha sacudido el municipio de Muros, de donde son naturales los cuatro gallegos que aún permanecen desaparecidos. El dispositivo de búsqueda ha recuperado al filo de las 13 horas el cuerpo de Manuel Indalecio Mayo Brea, de unos 47 años de edad. Sus familiares aguardaban en tensión alguna novedad y han recibido la peor de las noticias.

En casa de otro de ellos, Lucas José Mayo Abeijon, de unos 33 años de edad, familiares, amigos y otros marineros de la zona se han acercado a apoyar a la familia que se teme "lo peor". En el entorno de Lucas creen que el patrón se pudo salvar porque iba a timón en el momento de embarrancar la nave mientras la tripulación dormía, por lo que no tuvieron tiempo de reaccionar. Se da además la trágica circunstancia de que el suegro del desaparecido falleció en otro naufragio en Libia en el año 1989.

El joven embarcó ayer después de celebrar el cumpleaños de su hijo menor, de tres años. Tiene además otro de ocho.

La familia es consciente además de que se trata de una zona complicada para la navegación ya que, según han explicado, las rocas tienen aquí forma de aguijón, una trampa mortal para los barcos que embarrancan y que se ha cobrado ya numerosos naufragios.

La misma impotencia se respira en casa de Manuel María Tajes, otro de los marineros gallegos que aún se encuentran desaparecidos.