El capitán del ferry surcoreano hundido con más de 200 desaparecidos reconoció ayer, tras ser detenido, que demoró la evacuación por las condiciones adversas del mar y la ausencia de embarcaciones de rescate. "Pensé que los pasajeros serían arrastrados en caso de ser evacuados precipitadamente", declaró Lee Joon-seok, de 69 años. La máxima autoridad del barco argumentó que en la zona del accidente, en el suroeste de Corea del Sur, las aguas son frías, con grandes olas y fuertes corrientes, por lo que creyó que los pasajeros pasarían "graves apuros" en caso de caer al mar "incluso con los chalecos salvavidas".

Tanto los supervivientes como familiares de las víctimas han criticado la decisión de demorar una media hora la orden de evacuación, al considerar que provocó que muchos pasajeros quedaran atrapados e impidió salvar más vidas.

El capitán del "Sewol" fue detenido ayer con otros dos tripulantes por abandonar el barco sin asegurarse de que los pasajeros quedaran a salvo. Los otros detenidos son la tercera oficial, de 26 años y apellido Park, que pilotaba el barco cuando ocurrió el accidente, y un timonel de 55 años. Lee se enfrenta a cinco cargos, incluidos negligencia y violación de las leyes marítimas, y ha sido detenido para evitar que se fugue o destruya pruebas.

Los familiares de los desaparecidos mostraron su enfado por las tareas de rescate y exigieron que se adopten medidas para reflotar la embarcación. Hubo escenas de angustia y desconsuelo al hundirse completamente el barco.

Los equipos de rescate han logrado en las últimas 24 horas recuperar cuatro nuevos cadáveres, con lo que ya son 33 los fallecidos confirmados. Mientras tanto, continúan desaparecidas 269 personas. Estaba previsto que las labores de búsqueda continuasen durante la noche, cuando ya se da por seguro que no habrá supervivientes. En las tareas colaboran 652 miembros de la Marina y los Guardacostas, así como buzos civiles. También participan 176 embarcaciones, 28 helicópteros y aviones.

El principal problema siguen siendo las fuertes corrientes en la zona del naufragio, a las que se suma a la escasa visibilidad, causas también probables del naufragio del buque transbordador, hundido el pasado miércoles con más de 470 personas a bordo. El "Sewol" ha dejado una mancha de combustible de 3.000 metros cuadrados.

Además, las autoridades están estudiando declarar la zona del naufragio como "zona especial de desastre". La mayoría de los 269 pasajeros atrapados en el barco son estudiantes de 16 y 17 años que lo abordaron en el puerto de origen de Incheon (en el noroeste del país) con destino a la isla turística meridional de Jeju en un viaje escolar.