La antigua carretera entre Oviedo y Santander sumó ayer un nuevo episodio trágico a su negra historia. Pasadas las dos de la tarde, dos vehículos, una furgoneta y un BMW negro, chocaron frontalmente en una ligera curva situada a medio camino entre la estación y el geriátrico de Carancos (Nava), cobrándose un fallecido y tres heridos de diversa gravedad, lo que obligó a desviar el tráfico por Ceceda hasta las cuatro de la tarde.

La víctima mortal fue el hombre que conducía la furgoneta, un vendedor ambulante que se había desplazado al mercado semanal de Infiesto, cuyo cuerpo fue rescatado por los bomberos tras recibir la autorización pertinente. Éste iba acompañado por un joven de 22 años que sufrió importantes traumatismos en las piernas que, tras ser evaluados en el hospital de Arriondas, le obligaron a ser trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias. También precisó de la actuación de los bomberos para ser excarcelados del vehículo que quedó seriamente dañado en su parte delantera.

Además, necesitaron ayuda los dos ocupantes del otro vehículo, una mujer de 53 años y su hijo de 26 años, ambos vecinos de Infiesto. El golpe sufrido por el coche en la parte delantera provocó que los bomberos tomasen las medidas necesarias para sacarlos del interior de una forma segura. Tras la operación, ambos fueron trasladados al Hospital de Arriondas, donde la mujer fue dada de alta horas después y el joven permanecía en observación hasta bien entrada la tarde, aunque algunos allegados descartaron que tuviese daños de consideración.

Esta carretera se ha convertido en los últimos años en uno de los principales puntos negros de la red viaria asturiana con numerosos incidentes. El caso más reciente es el siniestro del pasado diciembre, cuando otro choque frontal, en este caso por la noche, provocó la muerte a una pareja de la localidad madrileña de Alcobendas y un piloñés de 32 años.