Caso Abierto - La Nueva España

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Una médica salva a un hombre que flotaba inerte boca abajo en la playa de Ribadesella

La mujer, que paseaba por la zona, le realizó maniobras de reanimación y logró que volviera a respirar

Azaray Calmaestra señala el lugar de la playa riosellana donde apareció flotando el hombre. P. M.

La inmediata acción de varias personas, especialmente una médica de Villaviciosa, permitió salvar la vida de un hombre que flotaba inerte boca abajo en la playa de Santa Marina, en Ribadesella, en la noche del martes. La mujer, que paseaba por la zona, realizó al accidentado maniobras de reanimación cardiopulmonar, que tuvieron éxito: el hombre, de unos 45 años, volvió a respirar. Minutos más tarde era trasladado en ambulancia hacia el hospital de Arriondas y, a continuación, al de Cabueñes, en Gijón, en cuya unidad de cuidados intensivos (UCI) permanecía ingresado al cierre de esta edición.

La alarma saltó en la playa riosellana alrededor de las nueve de la noche, cuando alguien se percató de un bulto que flotaba en el agua. Enseguida alguien se dio cuenta de que era el cuerpo de un hombre, que flotaba boca abajo, inerte. Azaray Calmaestra trabaja en el chiringuito número 2 de Santa Marina y fue quien llamó al 112 después de que varios clientes que a esa hora tomaban algo en el establecimiento dieran la voz de alarma. El cuerpo del hombre, un madrileño que reside desde hace unos meses en Ribadesella, estaba siendo zarandeado por la marea. Parecía un muñeco a merced de las olas.

Según relató el camarero, el accidentado tuvo "mucha suerte de que la corriente lo arrastrara hasta la orilla". Porque en caso contrario, si por ejemplo hubiera habido resaca, podría haber perdido la vida.

La luz de la tarde aún no había caído y los clientes del chiringuito, tras percatarse de que era un hombre, "empezaron a gritar y a llamarle para ver si respondía", explicó Calmaestra. Al ver que no daba señales de vida, una docena de personas se abalanzaron sobre la playa, unos escurriéndose bajo las barandillas del paseo marítimo y otros por la escalera de acceso. Corrieron todos ellos a toda velocidad y llegaron hasta el accidentado.

En el momento en que el trabajador llamó al servicio de Emergencias se estaban recibiendo ya otras llamadas alertando del hombre, que los informantes creían ahogado, en la playa de Santa Marina. El camarero subrayó quede haberse producido el suceso un poco más tarde, con menos luz, o en otra zona de la playa menos frecuentada, el hombre habría fallecido con toda seguridad.

Tras sacarlo a tierra firme, los presentes comprobaron que presentaba parada respiratoria. La suerte quiso que una médica que disfrutaba de su día de descanso en Ribadesella caminara por el paseo marítimo en ese momento. Alertada por el gentío, la sanitaria, que trabaja desde hace unas semanas en Villaviciosa, se acercó y de inmediato practicó al accidentado maniobras de reanimación cardiopulmonar. Los presentes aguardaban con el alma en vilo. Después de unos segundos que según uno de los presentes "parecieron horas", el hombre volvía a respirar. Fue un alivio para todos los allí reunidos, algunos de ellos muy nerviosos por lo angustioso de la situación.

Hasta el lugar del suceso se desplazó apenas unos minutos más tarde un equipo de sanitarios con una ambulancia, así como efectivos de la Guardia Civil. El hombre fue trasladado con urgencia al hospital de Arriondas, y de allí al de Cabueñes, donde ingresó en la UCI.

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