De pesadilla. Asturias vivió ayer una jornada de atascos monumentales que atraparon a miles de conductores, tanto a mediodía como por la tarde. Todo comenzó a las doce menos veinte del mediodía, cuando se produjo una colisión por alcance en la autovía del Cantábrico, a la altura del túnel de Villaviciosa. Hasta cuatro vehículos se vieron implicados, sin que se registrasen heridos.

Era el inicio de una pesadilla de dos horas durante las que el atasco alcanzó los 18 kilómetros, entre el túnel de Villaviciosa y el concejo de Sariego, ya en la autovía que une Oviedo con la capital de la comarca de la sidra. Entre los vehículos que se dirigían al oriente desde Oviedo y los que lo hacían desde Gijón, se montó el gran "atascazo". Recorrer la distancia que separa Sariego de Villaviciosa, que se cubre en apenas unos 1o minutos, costaba a mediodía de ayer tres cuartos de hora. Los conductores se mostraron muy molestos además por la falta de información en los paneles de al autopista. La Guardia Civil se vio obligada además a cortar uno de los carriles de la autovía para facilitar una mayor fluidez. Al menos dos vehículos quedaron averiados al recalentarse durante la interminable travesía.

Eso en Villaviciosa. Pero es que en la "Y", a esa misma hora, se produjo otro monumental atasco al chocar dos coches a la altura de Robledo (Llanera), en sentido a Gijón. Hasta nueve kilómetros de retención se llegaron a acumular en la arteria del centro de la región. Muchos conductores avisados optaron por coger la nueva autopista Oviedo-Gijón (AS-II), que salvó a muchos de verse atrapados. Hacia las dos y cuarto de la tarde la circulación ya estaba normalizada.

Pero las carreteras asturianas iban a vivir nuevas retenciones por la tarde, esta vez por el regreso de las playas y de las vacaciones. Porque ayer finalizaba el puente de la Asunción, que algunos aprovecharon para hacer una escapada, y que para otros marca el final de las vacaciones de verano. De nuevo se produjeron retenciones en la autovía del Cantábrico, también a la altura de Villaviciosa, pero en sentido a Gijón. La circulación lenta alcanzó los 17 kilómetros, según la Guardia Civil de Tráfico. También hubo retenciones en la "Y", en las inmediaciones de Oviedo, en sentido a la capital asturiana, que alcanzaron los cinco kilómetros de longitud. Las principales vías de la región se vieron incapaces de absorber tanto tráfico. Curiosamente, el tramo de Unquera, donde aún no se han finalizado las obras de la autovía del Cantábrico y que se preveía como el más conflictivo del puente, sólo registró problemas a media tarde, con retenciones de unos dos kilómetros en sentido a Santander, justo donde finaliza la autovía y se inicia el tramo de nacional. En torno a las siete de la tarde, el tráfico era denso, pero fluido.